VIDEO. Hace 40 años, París se paralizaba acompañando el cortejo fúnebre de un pensador que marcaría el pensamiento contemporáneo: Jean-Paul Sartre. Días antes, también fallecería el gran semiólogo francés Roland Barthes, quien nos dejó un testamento que se sintonizaría con el pensamiento sartriano, sobre esa conciencia que debemos tener en torno a la muerte y el prójimo, particularmente si recordamos una pieza sartriana que cobra total relevancia tras nuestro confinamiento actual: «A puerta cerrada». Porque es allí donde el autor de «El Ser y la Nada», lanza su polémica frase de «el infierno son los otros».
El gran desafío del mundo tras el encierro será reinventarnos, en nuestros lazos afectivos, eróticos, sexuales, en la posibilidad del amor, en nuestra capacidad de comprender al otro. Quizá entonces le podremos dar la vuelta a ese “el infierno son los otros”.