VIDEO. Ningún poder soporta el humor y la ironía. Porque los poderosos a lo sumo toleran el sentido del chiste, con aplausos y risas grabadas, como en los Sábados Infelices. Porque un verdadero humorista tiene y transmite su conciencia trágica, tal vez su agnosticismo. Así era Joaquín Salvador Lavado, Quino, quien no solo deja huérfana a su Mafalda sino a nosotros.
Pero ella se queda aquí para siempre, en nuestros corazones, para seguir desenmascarando, jocosamente, ese mundo de las personas demasiado serias que, cual fundamentalistas de todos los guetos, no vale la pena tomar en serio.