En su última columna en El Espectador Iván Mejía recalca que lo que le hace falta a este equipo es táctica. Carlos Antonio Vélez dice que lo que le hace falta a Colombia es trabajo y que igual vamos a clasificar. Yo no creo que le vayamos a ganar a Perú. Es más, viendo el ambiente que hay en ese país se me hace muy difícil pensar en que podamos conseguir un resultado. Perú viene en alza y nosotros de capa caída. Hemos dilapidado la mejor generación de futbolistas poniéndola en manos de un técnico incompetente que fracasó con Argentina en el mundial de Alemania 2006 –Como no va a poner a Messi en cuartos de final— y con Colombia tuvo un papel decoroso en el pasado mundial pero tampoco es la panacea que nos han querido vender.
Analicen no más los rivales que nos tocó: Grecia que creo que hasta ese momento nunca había metido un gol en un evento orbital, Costa de Marfil que venía plagado de lesiones y de otros jugadores que nunca se recuperaron completamente como Yaya Touré. Japón nunca ha sido más que nosotros y en octavos de final le ganamos a un Uruguay que venía golpeada por la sanción a Luis Suarez. En Cuartos nos pasó por encima el peor Brasil de la historia y nos comimos inmediatamente la mentira del era gol de Yepes y todas esas bobadas. En esta eliminatoria nunca le ganamos a los grandes Brasil, Argentina, Uruguay o Chile. Perdimos dos partidos de local y jugamos, a excepción del partido en Quito, horrible, horroroso, farragoso. Se notó la falta de trabajo de un técnico desactualizado que se parece cada vez más al que no pudo con el Toluca mexicano.
Mañana en Lima estaremos a merced de la inspiración de otros resultados y de la calidad individual de los Falcao, James y Cuadrado. Sería desastroso que un hombre que se gana dos millones de dólares al año no nos clasifique. Todo por complacer a Pascual Lezcano, su cuñado y a su grupo de diez argentinos que nos quieren enseñar como se hace el agua tibia.
Ya no estamos dispuestos a comernos esa mentira argentina llamada José Néstor Pékerman