El 28 de mayo, Pedro Sánchez sufrió una amplia derrota en las elecciones locales y regionales. Su partido, el PSOE, perdió ciudades importantes como Valencia, Valladolid o Gijón. Inicialmente, las elecciones legislativas generales estaban programadas para diciembre, pero Pedro Sánchez las adelantó a finales de julio, lo que causó una gran sorpresa.
Según él, era una manera de aclarar las cosas. En otros términos, no sufrir una agonía de varios meses hasta el invierno y evaluar sus fuerzas lo más rápido posible. Para movilizar al máximo a la izquierda, el jefe de gobierno español ha dicho a su electorado: "Estos son los resultados de mi mandato, creo tener un buen balance. Necesito saber si me apoyan para seguir adelante o no".
Su gran adversario es el conservador Alberto Núñez Feijoo, el nuevo líder del Partido Popular. Es el favorito en las encuestas. Todo, a primera vista, está a su favor. Recientemente tomó las riendas del Partido Popular, tiene una imagen de seriedad, no está envuelto en escándalos judiciales, como es el caso de otros líderes de la derecha, representa el orden. Y, sobre todo, ha insistido en que Pedro Sánchez es lo peor: un hombre que se alía con la extrema izquierda de Podemos, los secesionistas en Cataluña y los supuestos nostálgicos de la organización terrorista ETA en el País Vasco. Ideas que los medios de derecha comparten.
Pedro Sánchez, o más bien el "Sanchismo", también es identificada por los electores con las leyes sobre la eutanasia, los derechos de los trans-género y las facilidades para el aborto. El electorado de derecha se opone con vigor a todos esos temas, los cuales generan agitación en las redes sociales y … beneficia al Partido Popular (PP).
¿La extrema izquierda y la extrema derecha, árbitros de las elecciones?
En los márgenes, se encuentran la izquierda más radical liderada por Yolanda Díaz y la derecha radical representada por Santiago Abascal y su partido Vox.
Esas formaciones y sus líderes desempeñan un papel preponderante y fundamental en la política española. En el caso de la izquierda, Yolanda Díaz y su reciente movimiento Sumar encarnan una izquierda pragmática. Son los mejores aliados de Pedro Sánchez: se llevan bien y, según la opinión general, esta posible coalición debería funcionar bien.
En el lado de la derecha, la situación es más complicada. Santiago Abascal, el líder extremista de Vox, obtendrá buenos resultados, según las encuestas. Los sondeos actuales indican que la derecha conservadora ganará, pero solo podrá obtener la mayoría absoluta con una alianza con la extrema derecha.
Si eso sucede, será explosivo, ya que Vox defiende posturas que el moderado Alberto Núñez Feijoo rechaza. Entre otros, el negacionismo climático, el fin de la ayuda a las mujeres víctimas de violencia de género, posturas duras contra los homosexuales.