Mucho se habla sobre la paz total en Colombia, y para lograr lo que millones de colombianos hemos anhelado durante décadas, nos queda un solo camino, el de sentarnos a dialogar a pesar de las diferencias que podamos tener. No necesariamente debemos tener las mismas ideas para hacerlo, Jesús el maestro se sentó a la mesa con varios de sus detractores, y no lo hizo menos que él, por el contrario, hizo que llegará un maravilloso mensaje de aceptar al otro como es, el profeta del Islam Muhammad también se sentó y diálogo con sus máximos detractores, entre otros profetas y maestros de la humanidad .
Las denominaciones religiosas en Colombia estamos llamadas a interpretar ese mensaje del gran maestro Jesús y llevarlo a cada lugar del país, debe ser claro, fuerte y contundente, pero a su vez renovador. Es decir, que se invite a toda una nación y actores de la misma a esa mesa
Recibimos la buena noticia de la firma del decreto que permite trabajar por la paz total, y para que se cumpla se debe dialogar con todos los actores del conflicto, invitar a buscar una salida a desescalar la guerra entre nosotros mismos deberá ser la consigna apoyados en el artículo 22 de la Constitución política de Colombia, algo así como un movimiento de ciudadanos de todos los sectores sociales llamado... Artículo 22.
Grupos como las Autodefensas GAITANISTAS de Colombia, AUG, el Ejército De Liberación Nacional, ELN, Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC-EP, y otros grupos que están en los territorios deben enviar un mensaje claro no solo al gobierno nacional sino al país, en especial, en las zonas de influencia, que tienen toda la disposición de diálogo. Eso significa un gran avance para la confianza necesaria e iniciar reuniones de exploración en los propios territorios donde los representantes de dichas comunidades tengan una verdadera participación en los diálogos.
Las comunidades hablan de servir como garantes, pero no quieren que otros se tomen atribuciones por ellos, y pase lo de siempre, terminan siendo excluidas cuando son ellas las que toda su vida han vivido tan dura situación. Si como Colombianos apoyamos éste espacio para dialogar, muy seguramente veremos a muchas madres y padres abrazar a sus hijos y llevarlos de la mano a casa, sin importar de que lado estén, lo más importante es que todos comprendamos que dialogar es el camino.