Pocos dolores son más profundos que un duelo. La muerte de un ser querido pone a prueba nuestras creencias, nuestros miedos y nuestra capacidad de aceptar la vida tal y como se nos presenta. El duelo nos obliga a aceptar el silencio, el no poder tener contacto o respuesta de esa persona que se va. Nos hace sumergirnos en un mar de preguntas asfixiantes… ¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Por qué ella? ¿Por qué no otro? ¿Por qué ahora y no más tarde? ¿Qué hice yo para merecer esto? ¿Si yo hubiera…?
Como civilización nos preocupamos por entender la fuerza de la gravedad y los componentes de los átomos, por hacer computadores más veloces, pantallas más grandes y vehículos más eficientes, por conocer la profundidad de los océanos y descubrir otros planetas, pero ninguna de estas cosas nos sirve para sufrir menos…ni para entender lo más inevitable de la vida: la muerte.
Afortunadamente existen personas que buscan comprenderla… comprender su significado y alcance en la vida, la manera para enfrentarla y métodos para sanar las heridas invisibles del corazón. Una de ellas es Elsa Lucía Arango, médica de profesión y reconocida como una de las mejores doctoras de medicina alternativa en Latinoamérica. Por experiencias que ella misma ha vivido y por el sinnúmero de duelos que ha transitado con sus pacientes, su más reciente libro Mundos Invisibles responde muchas de las preguntas que nos oprimen el corazón.
Por experiencias que Elsa Lucía Arango ha vivido
y por el sinnúmero de duelos que ha transitado con sus pacientes,
“Mundos Invisibles” responde muchas de las preguntas que nos oprimen el corazón
El texto nos conduce paso a paso en el proceso de duelo tan desconocido para nosotros, el cual no es necesariamente igual para todos ni tenemos que pasar por todas las etapas, como son la depresión, ira, desesperanza, aceptación, perdón, serenidad, empoderamiento, renacer. Nos recomienda diferentes tipos de cuidados desde el reposo y el llanto hasta el recordar y la distracción, por ejemplo a algunos nos conviene más aislarnos un poco mientras que a otros estar en compañía y buscar una red de apoyo en familiares o amigos. El libro no solo ofrece herramientas que nos ayudan a resolver el duelo sino también testimonios reales que nos inspiran para comprender algunas de las emociones y sentimientos que surgen en nosotros y así ir sanando aquellas heridas invisibles.
Un maestro oriental enseña que cuando un ser querido muere, algo de nosotros también lo hace porque ya no lo podemos escuchar ni ver ni acariciar. Sin embargo, una de las revelaciones más valiosas de este libro, es que revive la esperanza para una comunicación que no se disuelve totalmente si nos esforzamos en mantener un diálogo profundo y sincero, así sea distinto, convirtiendo así la muerte en una oportunidad de crecimiento y en un tipo de vida distinta.
¿Cuál es entonces la creencia que sostiene la tristeza? Nuestra ignorancia (de pronto por formación) en desconocer que la muerte es parte de la vida… que la muerte es la vida misma y que puede llegar a ser, inclusive, el momento más importante de nuestra existencia.