Inglaterra en realidad tiene ya tres reinas. Una de ellas, más allá de los castillos y palacios, goza de una personalidad que arrolla y es amada, mientras que las otras dos tienen magia en todo lo que escriben, bien sea creando el mundo de Harry Potter o los misterios del crimen y el suspenso, como con La chica del tren y Escrito en el agua, que cautiva a más de 27 millones de lectores.
Tres reinas: La reina Isabel II, quien suele dejar traslucir su lado más humano, al punto que acaba de pedir una camiseta del Manchester United autografiada por Cristiano Ronaldo, la gran contratación del fútbol inglés por estos días. Es de las pocas reinas que cuentan con el afecto irrestricto de sus conciudadanos, quienes no declinan así surjan historias truculentas en su entorno.
De la reina Isabel II su vida ha sido llevada a muchos escenarios, en algunos le favorecen, en otros se le expone como una mujer maquinadora, pero al final queda claro que termina imponiendo condiciones y que siempre estará su impronta como una de las mujeres más influyentes de la época.
La escritora mágica
Tres reinas: J. K. Rowling, cuya saga sobre su niño mago ha superado los 500 millones en ventas. Y sumen que las andanzas, vida y aventuras de Harry Potter han sido llevadas a producciones de televisión y cine y otras pantallas. Es tanto su éxito que en algunas oportunidades escribió bajo el seudónimo de Robert Galbraith con el propósito de quitarse de encima el sello Potter y saber si podría tener éxito con otros escritos… y el triunfo también fue arrollador.
No olvidemos que esta brillante británica, cuyo nombre es Joanne Rowling, además de escritora es productora y directora de cine. Sus escritos están rodeados de una atmósfera que le permite siempre conquistar. Por ejemplo, no se esperaba que tuviera éxito con Monstruos y bestias míticas; sin embargo, de inmediato tuvo gran acogida, al punto que vinieron las producciones de televisión y cine. La acromántula se convirtió en un recuerdo que conquista.
La saga de Harry Potter no ha pasado de moda y la permanencia es una de sus grandes cualidades, pues no narra hechos que estén anclados en el inexorable tiempo, es ficción que va más allá de las tendencias o las modas; es un propio mundo donde todo tiene su significado y en el que los personajes no dejan de sorprender, siempre encadenados en un hilo cargado de ficción.
Llega la otra reina
Tres reinas: Paula Hawkins, la más nueva en el escenario y lo hace desde la literatura bebiendo del género policíaco, del thriller y la llamada novela negra, pero con historias de ficción asentadas en la realidad de las casas y apartamentos; se aleja de las calles y hace posible que todos pueden ser sospechosos en un momento determinado. 27 millones de lectores les han dado el visto bueno a sus libros.
Paula Hawkins vive en Londres desde 1989. Nació y se crio en Zimbabue, África. Sus primeras incursiones en el mundo de la escritura las hizo desde el periodismo, el mismo que ejerció durante 15 años. Precisamente, la huella del periodismo le permite ser cuidadosa con los detalles, esmerarse en la construcción y descripción de los personajes, además de tener especial sensibilidad por la secuencia.
Tal como se expresa en un dosier periodístico: “Su nombre dio la vuelta al mundo cuando publicó La chica del tren y se consolidó después con Escrito en el agua. Durante años sus libros han estado en las listas de los libros más vendidos de todo el mundo, con más de 27 millones de ejemplares vendidos en más de cincuenta países”.
Son las cifras mencionadas que la convierten en uno de los fenómenos literarios de la década, y todavía tiene mucho por compartir, porque sus obras apenas comienzan a irrumpir con fuerza en el mercado latinoamericano, es así como esta semana llega a las librerías colombianas su más reciente producción, A fuego lento.
Sobre este libro se escribe en el dosier periodístico: “La escritora británica explora, en este nuevo thriller, las razones últimas que pueden llevar a matar a una persona que haya sufrido, y lo hace a través de tres mujeres que se enfrentan a los prejuicios que la sociedad proyecta sobre ellas”.
Como se puede percibir, trabaja en desarrollar historias de ficción arrancadas de la cotidianidad, donde todo puede ser, donde todo puede ocurrir y donde la culpabilidad está lejos de lo externo, esto hace indispensable una verdadera semiótica para descifrar los nudos a partir de pequeñas huellas profundas.
Bienvenida la tercera reina británica, en este caso A fuego lento, pero con suficiente material recargado para seguir conquistando triunfos.
