Cuando les preguntamos sobre la época dura del barrio sólo Julio Saúl cuenta que lo más crudo del conflicto ha tenido lugar lejos de la zona en que están ubicados. Pero recuerda que en una época la gente sentía miedo de salir y que para muchos la biblioteca se convirtió en un lugar para pasar el tiempo y espantar el miedo.
“En este barrio no hay calles, sólo dos, lo demás son escalas y en una balacera son muy peligrosas. En ese tiempo nuestro horario iba hasta las 5 de la tarde, porque más tarde era más peligroso. Todas las noches se oían balaceras.”