Me siento orgulloso del partido en el que milito. Las justas y disciplinadas contiendas de nuestros congresistas nos hacen sentir más seguros de ello. El Centro Democrático se ha ganado un espacio en el corazón de los colombianos, nuestros compatriotas saben que es un partido que defiende causas justas y propone políticas de beneficio mayoritario.
El pasado mes se volvió recurrente que después de mis compromisos académicos, al llegar a casa, veo la transmisión en vivo de los debates gallardos que lleva acabo la bancada del Centro Democrático en el Capitolio Nacional. No puedo ocultar el orgullo que sentí al ver la bancada completa sesionando a las 11:30 de la noche y saber que siempre es la única completa de principio a fin.
El liderazgo y las ideas del presidente Uribe, la verraquera de nuestra querida Paloma, el conocimiento de Iván Duque y la puntualidad de Carlos Felipe Mejía, etc, nos permiten decir orgullosamente: "tenemos la mejor bancada".
Hay que mencionar, además, los importantes proyectos que destacan esta bancada: la muerte política para corruptos, la atención prioritaria de los niños con cáncer, licencia de maternidad, protección de tierras y la economía creativa. Solo el Centro Democrático se opuso al manoseo de nuestra Constitución con el famoso ‘Fast Track’ y a los proyectos que afectan a Colombia como la reforma tributaria regresiva.
A lo anterior, se suma la lista de precandidatos a la presidencia. En la Convención Nacional del pasado sábado, se evidenció la calidad de esto, al igual que su cercanía con la gente de las regiones. Todo esto nos permite soñar con el triunfo en el 2018. La coalición del No, debe ser la coalición del triunfo, y la campaña para esto debe ser muy parecida a la del triunfo el 02 de octubre, de cercanía a la gente, de región, una tarea de todos.
Según las recientes encuestas, el constituyente primario reconoce al Centro Democrático como un partido que vela por sus intereses. Que tiene mano firme contra el terrorismo y corazón grande con los colombianos de bien, que defiende las instituciones, la más importante de ellas, la familia.
La coalición del No, asumió la gran tarea de conducir nuestra patria al camino perdido en 2010. Otros cuatro años de desgobierno nos destruirían. De esta tarea que ya empezó debemos participar todos, construir con las regiones el buen discurso que triunfará en 2018, porque es indispensable tener mayorías en el Congreso y ganar la presidencia, corregir ocho años de mal gobierno.
Que Dios nos ayude en esta batalla que ya empezó.
@cd_bustamante