Hoy el partido liberal colombiano ha destruido su principal bandera, la cual desde sus inicios siempre ha sido libertad para los ciudadanos. Basta con mirar el populismo discriminatorio que utiliza la senadora Viviane Morales en sus debates, basados en tergiversación y desinformación; un debate que no enriquece, sino que nos devuelve en un chasquear de dedos a la caverna.
Morales ha buscado reducir probabilidades en vez amplificar derechos. La senadora ha convocado a las históricas mayorías del Liberalismo Colombiano para que la apoyen como candidata a las presidenciales del 2018, Viviane en su periodo como senadora se ha dedicado a perseguir las minorías, algo que se puede evidenciar con su pasado referendo para restringir los posibles adoptantes de niños sin hogar; qué alivio que su proyecto se hundió. El pensamiento de esta congresista es muy cambiante debido a que cuando fue fiscal decidió que los derechos de violadores de niños no se podrían poner a referendo porque violaban los derechos a la igualdad y a la dignidad humana, cinco años más tarde dice que los mismos derechos si se pueden someter a referendo. La democracia moderna ha decidido que, para no destruir los fundamentos de la democracia los derechos fundamentales y de las minorías no se pueden someter a referendo.
El viernes cuatro de agosto del presente año, la congresista Clara Rojas También liberal radicó un proyecto de ley para multar a quienes paguen por sexo, multas que serían hasta de 32 salarios mínimos legales mensuales vigentes e irían en aumento. Estos “liberales” ya perdieron su rumbo, de libertad solo les ha quedado el nombre; ahora se nos quieren meter hasta en la cama. Creer que prohibir resuelve problemas ligados a esta actividad es un error de gran magnitud, o ya se ha olvidado que la guerra contra las drogas solo ha traído muerte. La historia nos ha enseñado que prohibir no soluciona nada, pero al parecer aún no se ha entendido.