Desde hace muchos lustros de años, las sociedades democráticas se han caracterizado principalmente por la elección popular, mediante la cual los ciudadanos con las aptitudes requeridas podían elegir y ser elegidos. Es así como actualmente se ha mantenido la democratización, llegando hasta el punto de la creación de mecanismos de participación ciudadana.
Desde julio de 1991 Colombia adoptó un modelo constitucional o social de derecho distinto al legalista que regía desde el año 1886. Esto trajo consigo la creación e implementación de una serie de acciones y mecanismos sobre los cuales los ciudadanos sin distinción alguna podemos acceder, dentro de los cuales, por ejemplo, en asunto de afectación o violación de derechos fundamentales se creó la acción de tutela, en caso de afectación o violación directa o indirecta de derechos colectivos se creó las acciones populares y de grupo.
Todo lo anterior para considerar el gran avance que tuvo el constituyente con la implantación de la constitución política de Colombia de 1991, pero de igual importancia y eje central, la carta magna incluyó consigo desde su preámbulo la importancia que tiene la participación ciudadana a la hora de asegurar y participar de manera activa en la toma de decisiones que incumben a la ciudadanía dentro del quehacer público, es así que textualmente el preámbulo lo contiene al expresar que: “…y con el fin de fortalecer la unidad de la nación, y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo...”.
Lo anterior para develar que, en todos los escenarios de la vida, hemos tenido o tenemos un espacio para participar u opinar en la toma de decisiones de algún tema o alguna situación, ya sea desde un escenario familiar, académico o político, por mencionar algunos. Pero muchas personas, y por eso el fundamento del presente escrito, no tenemos presente que la participación ciudadana es un derecho de todos, es decir, que sin ningún tipo de discriminación se nos debe truncar ese derecho que nos pertenece.
Es menester ser enfático en que los mecanismos de participación ciudadana, tales como el voto, plebiscito, referendo, entre otros, no son los únicos con los que contamos los ciudadanos particulares para acceder y ser protagonistas en la toma de decisiones, desde las alcaldías menores, pasando por las alcaldías distritales y aún más gobernaciones y gobierno. Todos ellos deben propugnar mecanismos que permitan el puente entre el ciudadano y el Estado o entidad territorial, verbi gratia la oficina de participación ciudadana del distrito de Barranquilla, entidad activa que se encarga de crear espacios de participación entre los ciudadanos y la alcaldía distrito, además de promover la participación de las alcaldías locales y todo el distrito en la toma de decisiones.