La lucha ciudadana en Bogotá por el derecho a la ciudad, por la democracia y por una agenda de políticas públicas incluyentes, avanza de manera cohesionada y multitudinaria en lo que ha transcurrido de este año 2016.
Las redes sociales se han convertido en espacio conquistado para la libertad de información, para la comunicación democrática e interactiva en tiempo real, para la difusión de estudios y análisis muy bien sustentados con soportes y cifras sobre los temas de ciudad que los medios privados pretenden amordazar. Nos hemos ganado en la lucha persistente las libertades de expresión y de opinión como lo manda muestra carta de derechos, la Constitución Nacional de 1991.
La movilización social ha salido a las calles y a los espacios públicos para detener las hordas de negociantes y mercachifles que vienen con toda por los recursos públicos, por el aire, el agua, la riqueza natural, por nuestro mejor patrimonio, en particular, por la ETB, empresa boyante y líder en Colombia en provisión de servicios de tecnología 4G y fibra óptica.
Las organizaciones políticas, sindicales, sociales, gremiales, y poblacionales ya tienen la grave dimensión del problema, Bogotá viene a ser saqueada y sus habitantes vienen a ser vapuleados, agredidos y amenazados de muerte sin la atención mínima en salud, sin nutrición, educación y servicios básicos. La oscura y voraz máquina de la corrupción y del modelo Germán Vargas está destrozando lo que la comunidad bogotana construyó en décadas de lucha y sacrificios.
Ya no es solamente la codicia por urbanizar la Reserva Van der Hammen, la voracidad de llenar de cemento el espacio vital de los bogotanos y estrangular el aire con miles de buses Volvo por otros 100 años, aniquilando la opción de movilidad sostenible que garantiza el metro subterráneo. No se quedaron ahí. Están saqueando el presupuesto de la salud, los hospitales y las ambulancias. También asaltaron la riqueza cultural bogotana representada en la orquesta Filarmónica de Bogotá, la Nueva Cinemateca, los festivales al parque porque al "gerente" analfabeta en arte le parece que "el jazz y la salsa en la práctica suenan igual". El secretario de salud amenaza de muerte a quien se atreva a enfermarse o quedar herido en un accidente. Los profesionales médicos y paramédicos han sido maltratados y se niega la mínima atención a la población.
Están amordazando nuestras libertades más elementales, con la sevicia violenta del ESMAD a quien se atreva a movilizarse pacíficamente. La población infantil está sin jardines donde estudiar, a los jóvenes de los colegios distritales les están mal nutriendo con unos refrigerios de peor calidad nutricional que los del ICBF y sus carteles en Cesar y La Guajira. En una palabra, así son las garras del modelo de gobierno de German Vargas.
El plan de desarrollo presentando al Concejo de Bogotá redujo la agenda social y de derechos, a su mínima expresión. Son 43.74 billones para buses tóxicos y cemento, frente a escasos 13.5 billones para salud y 15 para educación, lo que quiere decir que la salud o la educación tendrán la tercera parte del exagerado presupuesto para el decrépito y contaminante sistema Transmilenio.
Con mucha razón, se viene afirmando que en el Concejo de Bogotá no están aprobando un Plan de Desarrollo que beneficie a la ciudad, sino el plan de negocios corruptos de Peñalosa con una cantidad desmedida de negociados y enajenación de los recursos públicos de toda la población bogotana, que en el caso del metro subterráneo y la ETB es un asalto al patrimonio de toda la población colombiana.
Adicionalmente, Peñalosa ha mentido sobre sus títulos académicos, incurriendo en posible falsedad ideológica en documento, lo cual constituye delito como lo establece nuestra normatividad penal. Sin embargo dado el silencio canalla de los medios ante las tropelías peñalosistas y la inacción dolosa de las entidades de control que forman parte del mismo carrusel corrupto del alcalde, se deben emprender las acciones jurídicas correspondientes, sin descuidar el procesos participativo ciudadano.
Ya Bogotá despertó y las comunidades tienen suficiente información. Debemos pasar a la acción participativa y democrática en forma articulada, organizada y eficaz.
De acuerdo con la nueva legislación que promueve y protege el derecho a la participación democrática ciudadana, esto es, la Ley 1757 de 2015 contamos con instrumentos que mejoran y agilizan los mecanismos democráticos con los que cuenta la ciudadanía para hacer control a sus mandatarios y cabildantes.
Es preciso destacar dos aspectos sustanciales en esta normativa en cuanto a la Revocatoria del Mandato contra alcaldes y gobernadores.
- Se disminuyen los porcentajes requeridos para convocar los comicios de revocatoria (del 40% al 30% del total de votos que obtuvo el mandatario elegido) y los porcentajes de participación en dichas elecciones (del 50% al 40% de la votación válida registrada el día en que se eligió al mandatario). Se mantiene que la mitad más uno de los votos sean a favor de la revocatoria para que ésta sea válida.
- Las revocatorias del mandato podrán promoverse siempre y cuando hayan pasado 12 meses desde la posesión del gobernante y no falte un año para que termine su respectivo periodo.
Aunque la fecha clave para iniciar el proceso es el 2 de enero de 2017, todos los procedimientos y requisitos precisan de suficiente tiempo para su adecuada gestión y particularmente para la recolección de los apoyos ciudadanos a través de las firmas por la revocatoria del mandato.
Es por eso que desde ahora todas las comunidades, procesos, organizaciones políticas, sindicales, barriales, comunales deben dar un paso firme y seguro en la dirección adecuada: convocar, construir, organizar y poner en marcha los comités ciudadanos por la revocatoria del mandato a Enrique Peñalosa y a su manada de mercachifles de los recursos públicos y depredadores de los derechos.
Comités ciudadanos que deben ser amplios, democráticos, unitarios, horizontales, incluyentes. Comités ciudadanos por barrios, UPZs, Localidades, por sectores sociales, por gremios afines, por edades y poblaciones. Todos tenemos algo qué decir y un gran aporte para participar para cualificar democracia y defender la agenda social de Bogotá que está siendo escamoteada por las bandas peñalosistas.
Esa es la primera y sustancial tarea: la organización democrática para la participación ciudadana. Las redes sociales son importantes como instrumentos de información, interacción, articulación y convocatoria. Pero ningún proceso social o político ha triunfado únicamente a punta de redes sociales, debemos pasar también a los espacios físicos, a los parques, a las calles, a los territorios para vincular a los estudiantes, a las acciones comunales, a la ciudadanía organizada y no organizada.
Vamos entonces a construir los Comités Ciudadanos por la Revocatoria del Mandato a la pésima administración y gerencia de Enrique Peñalosa.
@LuisOrlandoS
