“Dónde puedo vivir sin recordarte, y dónde recordar sin que me duela”: Borges

“Dónde puedo vivir sin recordarte, y dónde recordar sin que me duela”: Borges

En Cali, Angélica Velásquez ha escogido como oficio hacer pinturas de mascotas para que sus amos las tengan y así recuerden la presencia de sus fieles animales

Por: Manuel Tiberio Bermúdez
octubre 11, 2022
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“Dónde puedo vivir sin recordarte, y dónde recordar sin que me duela”: Borges

Todos los humanos tenemos apegos hacia seres que quisiéramos que siempre permanecieran con nosotros: animales, personas, lugares, palabras, etc. Es por ello que desde tiempos sin memoria, conservamos fotografías, sortijas, mechones de cabello, grabaciones, pinturas, trozos de ropa, en fin, cualquier objeto que nos recuerde al ser amado, o un momento inolvidable.

Y es que el recuerdo es la memoria de algo o de alguien que no está con nosotros. Y alguno también sentencio: “Solo se muere cuando nos olvidan”. Como la memoria es frágil, recurrimos a esos objetos para que ese algo “no sea olvido en nuestra memoria”.

Como dijo el gran Borges: dónde puedo vivir sin recordarte, y dónde recordar sin que me duela”.

Es por esto de conservar el recuerdo que Angélica Velásquez, una artista plástica a la que cada domingo se le ve en el parque El Peñón, bosquejando con delicadeza la cabeza de un gato, o perfilando los contornos de un perro que jadea desde la hoja de papel especial en donde realiza sus acuarelas, ha escogido como oficio hacer pinturas de mascotas para que sus amos las tengan en sus casas y de esa forma seguir sintiendo la presencia de sus fieles y queridos animales.

Angélica es egresada del Instituto Popular de Cultura de Cali, IPC y ha dedicado su oficio al tema de la naturaleza y los animales.

Desde que tiene memoria ha pintado con la misma pasión que hoy lo hace. Desde hace un año se abrió un espacio en este Parque el Peñón al que todos, acertadamente, llaman “la más bella galería de arte a cielo abierto”.

“Mi trabajo más solicitado son los retratos de mascotas –dice Angélica- para empezar la charla.

Sobre su oficio señala: “Yo creo que el arte lo encuentra a uno. En mi caso, la motivación para llegar a él fue mi pasión por la naturaleza. Siempre sentí amor y la inspiración por ella, y por eso un día consideré la necesidad de representar todo lo que veía y sentía. Empecé a dibujar, luego a pintar y lentamente fui aprendiendo diferentes técnicas de las que hoy me valgo para expresar mis sentires”.

Hay ocasiones en que algunos sucesos o personas nos impulsan a concretar nuestros quereres. “Yo tenía una tía –rememora- que trabajaba el tema de decoración en fiestas y pintaba mucho sobre icopor. Esto me llamaba la atención e incentivaba mis deseos de pintar. También veía muchos documentales sobre animales y naturaleza que me llenaban de motivación”.

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Eso no da plata…

“Mi madre también fue una gran aliada, pues veía que me gustaba rayar sobre papeles y me conseguía materiales en los que yo empecé a expresarme. Eso me sirvió muchísimo porque tuve libertad para dibujar cuando quería y no había prohibiciones a mis inquietudes”.

“Cuando salí del colegio y me decidí a estudiar artes plásticas me decían: eso no da plata, eso no es lo que usted debería hacer, pero pudo más la pasión que tenía por la pintura que las advertencias que me hacían. Nunca pensé en si iba a vivir de esto, pero lo hice porque era mi sentir y mi querer.”.

Sobre sus inicios se acuerda “El primer recuerdo que tengo de mi oficio fue de niña que me gustaba pintar dinosaurios. Los dibujé tantas veces que aprendí a hacerlos de memoria y empecé a escuchar que me decían: “usted es buena para el dibujo y le gusta”, y por ahí seguí… hasta hoy.

Retrato de mascotas

Para perfeccionar su oficio, Angélica ha estudiado en el Sena y ha realizado varios cursos de diseño gráfico, todo con énfasis en el diseño, el dibujo y la ilustración que le han permitido complementar su quehacer.

Sobre los logros que ha alcanzado con su arte dice orgullosa: “Vivo totalmente de lo que hago y mezclo todos mis saberes: publicidad, ilustración, etc., pero es el retrato de mascotas lo que más requiere la gente que observa mi trabajo. Hoy, las mascotas son parte de la familia y siempre las personas quieren tener un recuerdo de ellas, sea porque ha faltado o bien porque quieren exhibir un buen retrato de sus mascotas. La pintura de los animales ha permitido una expresión de afecto hacia sus compañeros, es como una forma de decir, si ha partido, “aquí en esta pintura aún me acompaña mi mascota”.

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Para que no sea olvido

“Yo me siento muy complacida de poder ser parte de los afectos de muchas personas hacia sus animalitos porque ellas se sienten muy agradecidas de que sea yo quien convierta en un bello recuerdo, en una pintura, esa foto que conservaban y que va a tener un lugar especial es su hogar. Es un trabajo comercial, pero me llena de emoción hacer las pinturas porque entiendo el amor que sentimos por nuestras mascotas. Siento que de alguna manera prolongó el estar de ese animalito en el hogar en el que fue recibido y dio tanto afecto”.

Pero Angélica no solo pinta mascotas para que no las desdibuje el olvido, hay también otros motivos de inspiración para su arte: “Me inspira el cine, las historias, los libros, el arte fantástico. Mi obra personal es una mezcla entre todo lo que es naturaleza, que es mágica, pero con un toque de fantasía estilo Avatar. Cuando vi la película eso fue como si alguien hubiera encontrado esas ideas en mi cabeza”.

Sobre cuál es su técnica preferida para expresarse, la artista señala: “Mi fuerte es la acuarela. Me encantan todas las técnicas y es difícil tener una preferida porque el óleo me fascina; tuve una época de tiza y pastel, luego carboncillo, pero he encontrado gran conexión con la acuarela porque ella exige mucho dibujo y a mí me encanta el dibujo. La acuarela me permite dibujar y pintar al tiempo”.

Algo debe sentirse cuando a uno lo definen por el oficio y se lo pregunto a Angélica.

“Alguna vez escuché una frase, de no recuerdo quien, que decía: un artista es el conjunto de un hombre, una mujer y un niño y a mí me encantó porque siento que soy las tres: uno no debe dejar de ser niño y creo que esto es lo que caracteriza a las personas creativas porque conservamos las ideas, los gustos, no hay vergüenza de hacer lo que a uno le gusta”.

¿Quiero saber qué piensan estos artistas creadores sobre; para qué hacer arte en un mundo cada vez más frívolo que parece desinteresado por las cosas del espíritu?. “Creo que se puede precisar que el arte nos permite vivir el presente. Todas las artes, crean una conexión con un momento en particular y te permite ser y sentir lo que ese instante produce o quieres trasmitir o expresar como artista”.

Sobre el proceso para hacer algún cuadro de una mascota, Angélica dice: “Generalmente, vienen propietarios de mascotas que han muerto. Traen una foto y yo realizo el trabajo. Viene mucho extranjero y eso me complace porque me doy cuenta de que mi trabajo tienen un alcance significativo y me alegra bastante, no solo por lo económico, sino porque siento que tener ese cuadro es muy importante sentimentalmente para las personas. Percibo que es parte de mi misión conservar ese sentimiento que tienen algunas personas ante la ausencia de sus mascotas”.

El futuro está cerca, a pocos pincelazos de su vida y por eso esta chica se sueña como artista ilustrando y pintando: “Especialmente quiero ilustrar libros hechos para niños porque ellos representan el provenir del mundo. En ese campo ya hice un trabajo. Ilustré una cartilla educativa para Medellín: El albergue a la perla; sobre la tenencia responsable de las mascotas y de cómo se adopta una mascota teniendo en cuenta la opinión de todos en el hogar. Fue un trabajo muy bonito que fue entregado en escuelas y colegios”.

Sobre la gente y el valor que le dan a su trabajo, la pintora señala: “Muchos si, otros no, pero yo disfruto lo que hago. Me gusta observar que la gente le llama la atención lo que pinto y dicen “pero qué facilidad con la que hace el trabajo”. Estuve dictando clases a niños y aprendí que absolutamente todos, si nos lo proponemos, podemos hacer pinturas hermosas”.

Sobre el precio por los trabajos cuenta: “La gente piensa que el trabajo no vale por la facilidad con la que ven que uno lo hace, pero lo que no piensan es en los años que me ha tomado poder ejecutar una obra con la perfección y la habilidad requerida. Esto es un trabajo de años. Hay quienes si aprecian y valoran el trabajo”.

Qué es el arte para un artista; la respuesta de Angélica es: “Es una reflexión con uno mismo que nos permite ser y hacer lo que queremos, nos da la posibilidad de expresarnos. Es una conexión con el otro”.

Y finalmente la frase que alienta su quehacer es: “Lo haré las veces que sea necesario hasta lograrlo”.

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