Poco a poco se acercan las fechas para que, entre los muchos precandidatos a presidente que hay, se vayan haciendo las tácticas, las alianzas y los acuerdos tendientes, imaginamos, a que se fortalezca aquel que liderará la pelea. En eso consiste la política, se supone, hacer grande aquello de unidos somos más.
Y cada equipo debe tener, cabe en la lógica, un ejército de “pensadores” muy lúcidos e inteligentes y con todo tipo de títulos universitarios que, gracias al resultado de muchas charlas y conversaciones aconsejan siempre lo mejor, o lo que sin duda, al menos, no vaya a hacer retroceder.
Y ahí, por supuesto, hay alguien que sale ganando cuando el que supuestamente pierde al aliarse como segundo, en últimas termina también ganando. Esa parece que es una de las magias de la actividad política donde siempre gana el mejor ajedrecista.
Lo anterior parece ser predicable únicamente para los manuales del ejercicio de la política o para los partidos o agremiaciones que han aprendido de esta fructífera táctica, las uniones.
Pero a veces recibes unos bofetones que no entiendes: que se unen Humberto y Clara, él primero, ella atrás.
—¿Qué?, —me pregunté alarmado.
Del lado liberal alarma que se una
con alguien que solo le va a restar votos,
dentro de los pocos que le van quedando
Del lado liberal alarma que se una con alguien que solo le va a restar votos, dentro de los pocos que le van quedando, y todo ello porque la candidatura de Clara López nada ofrece salvo oscuridad. Se ha pasado la vida en altos cargos oficiales, se dice que es de izquierdas y uno no sabe si conoce el Manifiesto comunista que es más fácil de leer que El capital y su gran aporte al país consistió en ser la segunda del más gran ladrón de todos los ladrones de la cosa pública en el caso bogotano, Samuel Moreno, condenado y condenado, y como segunda del alcalde nunca supo o se olió algo feo con la presencia supongo que muy recurrente de los hermanos Nule y sus negociados y siempre dirá ella que todo obedece a una perversa persecución política.
¿No había algo peor para escoger?
Y es cuando me doy cuenta que el desinformado soy yo, al pretender estúpidamente creer que el requisito para hacer política es que ante todo uno no debe aliarse con alguien que resulta ciego ante la corrupción que vuela a su alrededor.
Y concluyo que pensaba que el gran Partido Liberal y los aliados de Clara eran muy diferentes, pero no, resulta que son lo mismo, como muchos que son lo mismo de lo mismo.
Y hablando de…
Y hablando de campañas políticas, creo que sería interesante si la campaña de Fajardo deja en claro cuáles son sus promesas. O sea, que deje de hacer política y diga las cosas claras.
