Antes de 2015 el municipio de Arauca no contaba con canchas sintéticas de fútbol. Los escenarios de los barrios Corocoras, Unión y Santa Teresita, por ejemplo, eran de tierra y arena. La cancha de la Unión se estaba convirtiendo en un problema de salubridad, pues en ella los perros y demás animales defecaban y orinaban, lo cual generaba en los deportistas alergias en la piel. En la administración municipal pasada esas canchas de tierra pasaron a ser sintéticas. La política de escenarios modernos al principio fue bien recibida por la comunidad, que argumentaba que el municipio se merecía esa clase de escenarios en los cuales podría practicarse deporte, pero con el tiempo de los gozosos pasamos a los dolorosos: poco a poco los niños, niñas y los habitantes más humildes de la ciudad se fueron dando cuenta de que a las canchas solo podían acceder los gomelos, los contratistas, los empleados de la gobernación y la alcaldía y los ciudadanos pudientes, quienes sí podían costear los sesenta u ochenta mil del costo por hora.
Con la llegada de la nueva administración la situación pasó de castaño a oscuro. El alcalde Benjamín Socadagüi entregó, según denuncia de otro ciudadano de Arauca, el manejo de las canchas sintéticas de la Unión y Santa Teresita a particulares quienes le ayudaron en campaña
NUR 0554 /24-04-2017, D.015-2017.
Denunciante: Juan Alfredo Quenza Ramos.
Entidad afectada: Municipio de Arauca.
Denuncia ciudadana por presuntas irregularidades que se presentan en la Alcaldía de Arauca al entregar autorizaciones a un particular para la administración de la cancha sintética del barrio Santa Teresita, del mismo modo se solicitó que se realice una investigación a las canchas sintéticas del barrio las Corocoras y la Unión.
Archivada por respuesta de fondo al quejoso.
Aunque todos los lugareños sabíamos que el manejo de los escenarios se estaba presentando de manera irregular, en la Contraloría, cosa rara por estos lados, la queja fue archivada. Después del escándalo, que fue tendencia en redes sociales, el cuestionado burgomaestre se apresuró a firmar sendos comodatos con los presidentes de las juntas de acción comunal de los barrios Corocoras, Unión y Santa Teresita. Comodatos que no son tal, sino más bien concesiones, por lo que se lee en ellos.
En los contratos de comodatos el alcalde de Arauca les entrega, de manera olímpica, a las juntas de los barrios mencionados las canchas sintéticas para que se lucren de ellas sin ninguna contraprestación, salvo administrar los escenarios; es decir, los bienes públicos pasaron de manos del municipio a manos particulares para que estos hicieran ochas y panochas con ellos. Como no podía ser de otra manera, los presidentes, aprovechando el papayaso, corrieron a comprar pólizas de cumplimiento hasta por $200.000.000 para que el alcalde les concediera el negocito, incluso se comenta que un sexagenario presidente pidió prestados a un usurero los tres millones de pesos que costaba la póliza.
Además, como curiosidad, los presidentes de la Unión y las Corocoras firmaron el convenio del comodato en mayo de 2017, y en la cláusula segunda, inciso 'd' del documento quedó establecido que el municipio de Arauca se comprometía a: “ Entregar el Bien Inmueble a paz y salvo por concepto de servicios públicos de agua y energía eléctrica”.
Empero en agosto, tres meses después de firmado el comodato, la cancha Unión le debía a la empresa de energía de Arauca $16.129.110 y la cancha de la Corocoras $49.908.590. Surgen varias preguntas: ¿por qué razón los presidentes firmaron el documento si las canchas no estaban a paz y salvo?, ¿por qué el municipio de Arauca se comprometió a entregar el bien inmueble a paz y salvo por concepto de servicios públicos de agua y energía eléctrica y tres meses después de la firma no había cumplido?, ¿es tan bueno el negocio de las canchas sintéticas que aun debiendo casi cincuenta millones de pesos de energía eléctrica la presidenta de las Corocoras firmó el “comodato” y compró póliza de cumplimiento?, ¿si el municipio, cuyo presupuesto anual puede llegar a los cien mil millones de pesos, se cuelga con los servicios públicos, qué podremos esperar de las juntas, que no manejan gran cantidad recursos? Hum, algo huele muy mal en todo esto.
Con los “comodatos” el alcalde de Arauca mataba dos pájaros de un solo tiro, por un lado se quitaba de encima el chicharrón de tener que cumplir con su deber de administrar las canchas:
- Ley 136 de 1994, Artículo 3 Funciones, numeral 5: “Corresponde al municipio. Solucionar las necesidades insatisfechas de salud, educación, saneamiento ambiental, agua potable, servicios públicos domiciliarios, vivienda recreación y deporte, con especial énfasis en la niñez, la mujer, la tercera edad y los sectores discapacitados”.
- Ley 181 de 1995, Artículo 4º: “Derecho Social. El deporte, la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre, son elementos fundamentales de la educación y factor básico en la formación integral de la persona. Su fomento, desarrollo y práctica son parte integrante del servicio público educativo y constituyen gasto público social, bajo los siguientes principios: Universalidad. Todos los habitantes del territorio nacional tienen derecho a la práctica del deporte y la recreación y al aprovechamiento del tiempo libre”.
- Ley 181 de 1995, Artículo 70º: “Los municipios, en cumplimiento de la Ley 12 de 1986, el Decreto 77 de 1986, y la Ley 60 de 1993, tendrán a su cargo la construcción, administración, mantenimiento y adecuación de los respectivos escenarios deportivos”.
Los que llevaron del bulto con el negocito fueron los miles de niños, niñas y adultos que no cuentan con los recursos económicos para pagar los sesenta u ochenta mil pesos que cuesta la hora de alquiler de las canchas. Es muy triste observar cómo los infantes tienen que ver, colgados de las mallas, cómo los demás se divierten de lo lindo jugando en los escenarios —y después las autoridades preguntan el por qué de tanta drogadicción y alcoholismo—.
Muchos ciudadanos araucanos apoyados en lo establecido por la Corte Constitucional estamos dispuestos a librar una batalla jurídica contra el municipio de Arauca para que sea este y no los particulares quienes administren las canchas sintéticas. Además, para que se establezca la gratuidad universal de esos escenarios. Para eso, nos basamos en lo siguiente:
- T-410/99: “En el nuevo orden constitucional, la práctica del deporte, la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre, se reconoce como un derecho de todas las personas que, no obstante estar ubicado en el marco de los derechos sociales, económicos y culturales, adquiere el carácter de fundamental por su estrecha conexidad con otros derechos que ostentan ese rango”.
- Constitución Política, Artículo 44: “Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”,
Los araucanos, todos los araucanos, merecemos practicar, gratuitamente, deporte en las canchas sintéticas, que no son de propiedad de las juntas ni del alcalde ni de sus amigos, son de todos, puesto que son públicas. Ojalá no se nos olvide ese “pequeño” detalle.
