No hay fórmula para ganar Miss Universo. Con Carolina Gómez aprendimos que con una buena respuesta no se gana pero con Taliana Vargas vimos que con una regular sí se pierde y con Paulina Vega aprendimos que con dos regulares –sobre las cuales no vale la pena profundizar- se puede ganar. Aunque no se caracterice por su elocuencia ni por su capacidad de reacción en situaciones bajo presión, Paulina Vega es una mujer única en 57 años pues solamente ella ha sido capaz de congregar a todo un país frente a las pantallas de televisión para regalarle una alegría que en más de medio siglo no tenía, la cual se llegó a pensar que era imposible de conseguir. Grandiosa será la vida de la reina y bien merecidos tiene los logros que están por venir cuando entregue la esquiva corona que durante este año cargará.
Durante el año que tiene por delante Paulina recorrerá entre 12 y 16 países alrededor del mundo –que es el promedio de países que han recorrido sus antecesoras- y vivirá en un penthouse del exclusivo Trump Tower, el cual compartirá con Miss Estados Unidos y Miss Teen Estados Unidos, ganadoras de los respectivos concursos pertenecientes a la Organización Miss Universo. No cabe duda que Paulina Vega entrega su corona y regresará a nuestro país a convertirse en toda una estrella pues ya había manifestado su interés por incursionar en televisión y no se muestra indiferente a la posibilidad de actuar. Siendo así, deberá pedir la devolución del dinero que pagó por el semestre de Administración de Empresas que empezaría el 26 de enero en la Universidad Javeriana, pues ante las circunstancias es poco probable que pueda completar el semestre, o la carrera.
“Cuando ganas Miss Universo puedes trabajar en lo que quieras, puedes hacer lo que quieras”. Contó en alguna ocasión la mexicana Ximena Navarrete quien ganó su título en 2010 y lo que quiso hacer fue protagonizar La tempestad, telenovela de televisa que el público castigó con su indiferencia y las críticas a la actuación de Ximena no se hicieron esperar, pues la mexicana se fue por el camino fácil y se lanzó a actuar sin ningún tipo de formación, lo cual fue evidente en pantalla. Sin embargo en México Ximena Navarrete es toda una estrella que ejerce como imagen de diferentes marcas o presentadora de televisión, y aunque ya lo piensa dos veces antes de aceptar alguna de las numerosas propuestas para actuar en cine, televisión o inclusive teatro que le llegan, lo cierto es que la misma corona que hoy ostenta una colombiana le dio un status en su país que se mantiene intacto.
Por su parte la puertorriqueña Zuleyka Rivera, Miss Universo 2006, manifestaba su interés por actuar desde mucho antes de ceñirse la corona y en efecto así lo hizo en telenovelas de Telemundo, cadena en dónde se le ha podido ver realizando algunos papeles. Actualmente se desempeña como presentadora en Univisión y a juzgar por lo que ha sido su trayectoria hasta el momento, no parece tener corona alguna que le haga pesar más que otras figuras de las cadenas en cuestión pues siempre se le ve haciendo reemplazos o papeles de reparto. En Miami se le puede ver compitiendo en igualdad de condiciones junto a muchas ex reinas de belleza que no ostentaron la misma corona y están abriéndose camino en el mismo campo.
La mexicana Ximena Navarrete y la venezolana Stefanía Fernández son dos de las antecesoras de Paulina Vega que en los últimos años han sabido aprovechar la corona.
De Dayana Mendoza, la venezolana que en 2008 le ganó a Taliana Vargas no es mucho lo que se sepa. “Lo que pasa es que cuando ganas Miss Universo, la gente tiene unas expectativas contigo, que no necesariamente son tus planes” contó ella al ser interrogada sobre por qué no ha actuado aún ni se ha tenido mayor noticia suya. Dayana se radicó en Estados Unidos, se casó recientemente con un italiano, y aunque ha intentado abrirse camino en la televisión norteamericana no es mucho lo que ha conseguido hasta el momento. Aunque en Venezuela se le ha visto como imagen de alguna que otra marca, y trabaja ocasionalmente con Donald Trump, lo cierto es que en su país Dayana Mendoza no tiene el mismo reconocimiento que Taliana Vargas en Colombia, quien inclusive es reconocida en Venezuela pues sus telenovelas se han transmitido con éxito en el vecino país. Solamente hay que comparar el número de seguidores en redes sociales que cada una tiene para darse cuenta cual carrera ha sido más relevante hasta el momento.
Sin embargo, Stefanía Fernández, la también venezolana que hizo historia en 2009 al ser coronada por una compatriota se quedó en su país natal y corrió con mejor suerte. Actualmente es una de las figuras que en el vecino país más factura y es de las pocas que se han preocupado al menos por cumplir lo que todas dicen de ir a una universidad luego de su reinado. Stefanía siempre fue enfática en que a ella le gustaría estudiar Comunicación Social para luego incursionar en televisión a través del periodismo y la presentación, mas no de la actuación. Aunque actualmente sus estudios en la Universidad Católica Andrés Bello se encuentran suspendidos por motivos de seguridad, logró completar seis semestres de la carrera al tiempo que hacía campañas publicitarias que le reportaban ganancias millonarias. El año pasado incursionó como empresaria y diseñadora lanzando su propia marca de ropa que aspira a expandir más allá de sus fronteras.
A juzgar por las trayectorias de las ex Miss Universo podríamos decir que ganar el concurso sirve para potenciar a la ganadora a nivel nacional dentro de su país, pues muy pocas han logrado destacar más allá de las fronteras de su tierra o ser recordadas por alguna razón distinta a haber ganado el concurso en cuestión. Ninguna ha logrado triunfar como actriz en Hollywood o cotizarse como una de las grandes del modelaje a nivel mundial, como han logrado muchas otras sin corona. En todo caso Paulina Vega tiene algo diferente a todas ellas, es colombiana o al menos la Miss Universo de nosotros, esa misma por la que tuvimos que esperar 57 largos años e independientemente de lo que decida hacer con su vida, su triunfo enorgullece a todo un país. Larga vida a la reina.
Por @enriquecart
