La crisis del Aeropuerto de Aguas Claras ha tocado fondo. El retiro del cuerpo de bomberos de la Aeronáutica y el anuncio del traslado de los técnicos y controladores demuestra que el desmonte de las instalaciones es un hecho.
Asistí a 3 reuniones donde se ha abordado el tema y no debe ser raro que se genere preocupación entre quienes saben de la importancia de dicha infraestructura y su personal de apoyo para el desarrollo de la región.
La problemática está determinada por tres aspectos que deben ser revisados para evitarle apuros a esta zona del País que requiere con urgencia, alternativas de transporte.
La Seguridad aérea, los beneficios sociales y el progreso económico se verían afectados de manera directa e indirecta con las últimas decisiones de la Aeronáutica Civil de retirar todo el personal hacia otros aeropuertos y dejar el de Ocaña sin control técnico.
Sin el personal de telecomunicaciones, el cuerpo de bomberos y los operarios de control aéreo no se podría brindar información de tránsito aéreo, los servicios de alerta o la información meteorológica que permita un aterrizaje seguro. Por otra parte, se pierde un aliado del cuerpo de bomberos de Ocaña, que en desastres pasados trabajaron conjuntamente con el cuerpo de bomberos de la Aeronáutica para controlar incendios urbanos y que pueden acudir a cualquier otro tipo de emergencia. Se estarían afectando los empleos que genera el Aeropuerto, los vuelos comerciales al igual que los de urgencia no podrían viajar directamente a un aeropuerto como por ejemplo a Bogotá y las EPS no cubrirían gastos aéreos por no ser de carácter controlado. Además, empresarios no estarían dispuestos a invertir en vuelos comerciales en un aeropuerto no controlado y muchos académicos y personajes de la vida pública colombiana no podrían viajar directamente a nuestra ciudad en esas condiciones.
Ese desmonte gradual de los servicios, puede estar siendo motivado por la intención de convertirlo en una base militar al servicio de la fuerza aérea considerando la zona estratégica con el Catatumbo. A pesar que en un comunicado la Aeronáutica civil lo desmiente, la presentación de la conexión de Ocaña con la ruta del Sol por parte de la Ministra en su visita a Ocaña y las millonarias inversiones en el aeropuerto de Aguachica lo pueden confirmar. Nadie entiende cómo se invirtieron más de 2.000 millones para que en unos cuantos meses todo el personal sea trasladado.
El periódico el Pilón de Valledupar da como hecho que “El aeropuerto de Ocaña que es el que presta el servicio en esa zona se quedó pequeño, por lo que una vez quede listo el de Aguachica, podrá suplir esa necesidad” conclusiones tomadas de la visita del Director de la Aeronáutica en abril del año pasado en esa ciudad.
Si no estará al servicio del público el aeropuerto de Aguas Claras, ¿sí lo estará para una base militar? ¿será un aeropuerto para la Paz o para la guerra?
¿En que se convertirá nuestro Aeropuerto?
M. Alejandro Lemus
Twitter @alejoelzurdo