No es una columna de Actualidad Panamericana, ojalá, pero no. Los bogotanos tenemos un alcalde tan "inteligente" que incluso se atreve a cuestionar la diferencia entre un metro subterráneo y una hilera automatizada de TransMilenios sin chofer (que, por cierto, por ahora solo existe en su imaginativa cabecita).
Como puede observarse en el siguiente trino, el alcalde de los capitalinos afirma que da lo mismo hacer un metro, un tren, o un tranvía, que tener una serie de Transmilenios sin chofer, so pretexto de contar con un carril exclusivo (como ya lo hace en la actualidad, pese a ser una visión futurista del burgomaestre que debió nacer en uno de esos países donde tal palabra cabe).
¿Cómo será TransMilenio en el futuro? El alcalde @EnriquePenalosa dio detalles de la innovadora flota que llegará a Bogotá → pic.twitter.com/ONztjvav2e
— Canal Capital (@CanalCapital) January 28, 2019
No contento con dilapidar las millonadas de los estudios para el metro que había dejado listos la administración anterior, ahora resulta que viene a meternos los dedos a la boca con lógicas hilarantes y cuentos asombrosos, diciéndonos que da lo mismo el sistema mediocre y colapsado que ya conocemos de sobra, a uno que ha demostrado ser muy funcional y eficiente en toda urbe que se respete a nivel mundial.
Ah, pero verdad... El plus es que este adelanto tecnológico y futurista va a ser diferente a lo que ya conocemos, porque simplemente no va tener conductores... ¡Claro! ¿Cómo no se nos había ocurrido antes? Ese debe ser el problema en una ciudad con una tasa de desempleo superior al 10,5%, a lo mejor los trancones, el atiborramiento de pasajeros, los altos índices de contaminación, la inseguridad y demás problemas que causa una empresa tan formidable como TransMilenio se deben a que los malagradecidos conductores son distraídos con tantos vendedores ambulantes que no encuentran otra forma de subsistir en una ciudad con tanto Esmad y tantas oportunidades y por eso la solución es dejar también a estos choferes sin trabajo, ¿para qué adivinen? Así es, para que terminen vendiendo dulces donde antes conducían. Bien hecho, eso les pasa por holgazanes y no aprovechar las oportunidades que la gente de bien les brindó.
O tal vez también, puedan ir a cazar venados a los cerros orientales o convertirse en barqueros de las góndolas venecianas que navegarán por el río Bogotá como solución a los problemas ambientales que azotan a una Bogotá, casualmente, cada vez con menos árboles.