Los gatos tienen un sin fin de características físicas adorables, lo suaves y peludos que son, sus tiernos ojos, sus pequeñas orejas, sus patitas con esas suaves almohadillas pero sobre todo esos largos bigotes. Estos últimos son muy llamativos y algunos niños consideran ‘gracioso’ o ‘divertido’ cortarselos un poco, incluso, algunas personas cuando los ven muy largos también creen que pueden hacerlo. Pero lo que no saben es que no son un detalle insignificante hacen parte fundamental de su salud y puede herirlo con esto.
El nombre correcto de estos bigotes es las vibrisas, son pelos especiales que se encuentran en la cara: mejillas, barbilla, cejas y en la parte posterior de las patas. Estos están formados por queratina, por eso son más gruesos y fuertes que el resto de sus pelos. Además, están insertados a gran profundidad en la piel debido a que son receptores sensoriales y tienen varias funciones importantes para determinadas situaciones.
La primera función que tienen es percibir el entorno, son tan sensibles que les permite detectar cambios en el aire, saber si hay objetos cercanos, si hay peligros en su camino e incluso medir espacios estrechos y a moverse con facilidad en la oscuridad.
También contribuyen para ayudarles a mantener el equilibrio, sobre todo los que están en su rostro pues les permiten saber la posición de su cabeza en relación con su cuerpo. Por si fuera poco, pueden utilizarse para comunicarse con otros gatos para mostrar emociones como el miedo, la agresividad o la confianza.
Con todo lo anterior queda muy claro que las vibrisas son órganos sensoriales importantes, cortarlos puede llegar a causarles estrés, ansiedad y confusión. Debe recordar que sin sus vibrisas los gatos tendrán dificultades para orientarse en el entorno, cazar o comunicarse con otros gatos. No permita que se las corten ni lo haga usted.
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