El Archipiélago de los Monjes es un conjunto de pequeñas islas e islotes ubicado más cerca de costas colombianas que venezolanas, pero su ubicación estratégica frente al golfo de Venezuela ha desatado un lío histórico entre ambos países que al día de hoy, aún no ha sido resuelto.
Todos los venezolanos han crecido con la idea de que estas islas les pertenecen, y no es para más, pues este país las tomó unilateralmente, construyendo allí faro y una base militar para su armada.
Si bien han existido razones históricas para creer que Colombia ha manifestado su intención de cederlas a Venezuela, el Congreso de la República de Colombia, según las facultades que le entrega la Constitución Política de Colombia, aún no se ha manifestado al respecto y el lío por su soberanía, al igual que la delimitación del mar territorial entre ambas naciones, sigue en el limbo, por lo menos en nuestro país.
En 1952, el canciller colombiano, Juan Uribe Holguín, emitió una nota diplomática en la que cedió la soberanía de este archipiélago a Venezuela, con respuesta positiva por parte del vecino país que no dudó en anexionarlas administrativamente a su país. Actualmente pertenecen a las Dependencias Federales.
Dicha nota diplomática fue rechazada por el Consejo de Estado de Colombia, 40 años después de emitirse. Sin embargo, un día después de tomada esta decisión, el gobierno de César Gaviria, presidente en ese entonces, con el apoyo de la Comisión Asesora, decide mantener en firme la decisión de no reclamar el archipiélago con el fin de evitar algún conflicto con el país vecino.
Será de recordar que Gaviria finalmente no formalizó dicho reconocimiento y si así lo hubiese hecho, según la Constitución Política de Colombia de 1991 en su Artículo 150, deja muy claro que tales atribuciones corresponden es al Legislativo, el cual hasta el momento no se ha pronunciado al respecto.
¿Cuál será el argumento en el presente teniendo un panorama más hostil con un país vecino con el que no se tiene relación alguna o mínimas intenciones de negociación?
Aunque están a escasos 30 kilómetros de las costas de La Guajira de Colombia y a más de 70 de costas venezolanas, este pequeño conjunto de islas, que ya está más que proclamadas por el gobierno Bolivariano, aún no tienen claro su estatus en nuestro país, y seguirán pasando los años, con cercos diplomáticos incluidos, y no conoceremos aún su destino.
Mientras tanto, Venezuela podrá seguir allanando el camino para un posible escenario de reclamación, pues la historia ha jugado más a su favor, con provocaciones incluidas como la crisis del 2015 por las cuestionadas Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular (Zodimain) generadas arbitrariamente por el gobierno de Maduro.