Querida Santidad,
No me entienda mal. Como católica anhelo fervientemente que venga a Colombia, pero:
Soy una Colombiana a quien le duele su patria y me indigna que con la situación actual que está viviendo mi país el gobierno prefiera su visita ante del dolor y el sufrimiento de las víctimas de Mocoa, usted es un hombre de corazón e inteligente y comprenderá que con todos esos Millones que se gastaran como se dice aquí en mi País “para atenderle su visita” serán más productivos si los utilizan en reconstruir la capital de Putumayo.
Su santidad no cobra, desde luego, honorarios por visita. No es Elton John o Lady Gaga. Su santidad viene y viaja con sus propios medios. La Iglesia en Colombia organiza los eventos que le corresponden, y es el Estado quien pone los bombos y platillos, porque así debe de ser, sumando la ayuda para garantiza la seguridad en esos eventos.
Es evidente que se gastara una millonada importante por la visita de su santidad y los eventos multitudinarios que usted liderara, también es evidente que la situación para algunos sectores económicos mejorara me refiero sin lugar a dudas, que durante su visita los hoteles, hostales, restaurantes, tiendas, etc., estarán a reventar.
Algo que nos queda muy claro a los colombianos es que más de un politiquillo lo va a usar para darse un baño de popularidad o para “acordarse” que ha sido católico y que “había que ir a misa”.
Muchos politiquillos, como si fuera campaña electoral, empezarán a repartir besos y abrazos a cuanto obispo o sacerdote vean para “demostrar” que siempre han estado del lado de la Iglesia.
Muchos politiquillos tratarán de agasajarlo con comidas, bebidas, almuerzos, etc. Mientras no hacen nada por aquellas personas que realmente sufren Colombia es un país rico pero desafortunadamente el más corrupto del mundo y si esos Millones que gastaran en su visita los utilizaran en aquellos niños huérfanos, abandonados, en los heridos, en los enfermos, en las victimas de este desastre natural que hoy enluta a mi País etc.
Muchos politiquillos propondrán ofrecerle condecoraciones y placas de reconocimiento, cuando Su Santidad tiene la mejor condecoración que una persona puede poseer: El pectoral (crucifijo) y la autoridad moral que le da su coherencia de vida. Sí quiero que venga Su Santidad, pero hoy los 45 millones de colombianos le damos las gracias si no realiza esta visita a mi País y digo que sería mejor que no venga para que ese dinero sea invertido en la reconstrucción de Mocoa.