Venimos a este Tour a ver a Quintana pero parece que no está. Hoy creímos que iba a atacar pero se veía pálido, mareado, sin fuerzas. Se iba otra etapa de montaña sin que él pudiera hacer mucho. En cambio un hombre de Cali, de 27 años,del que nadie hablaba, se desgañitaba sobre su bicicleta. El año pasado estuvo entre los veinte primeros del Tour, y venía de ganar éste año una etapa en la Vuelta a Suiza. Está en un equipo tan humilde que el próximo año desaparecerá y el pobre Jarlinson quedará desempleado. Por eso ha estado tan activo en este Tour, por eso, cada vez que hay una fuga se va en ella, buscando la ansiada etapa que llegó hoy, por fin, después de soportar los ataques de Rafal Majka en la subida, en donde él, acostumbrado a las carreteras del Valle del Cauca, no es el mejor. Pasó con un retraso de 20 segundos el puerto y en el peligrosísimo descenso se lanzó como un suicida. Faltando 8 kilómetros lo alcanzó y después vino el emocionante sprint en donde pudo levantar las manos.
El pobre peón del I AM Ciclyng ganaba. Atrás, en el grupo, Nairo, el líder del Movistar, se veía débil, rogando para que Froome no lo volviera atacar. Lo que queda para el boyacense es pelear por el podio, no tiene nada en las piernas para obtener la camiseta amarilla. Jarlinson Pantano seguro no ganará nunca un Tour de Francia, no está hecho para eso. Hoy ha logrado llegar a la cumbre de su carrera ciclística convirtiéndose en el décimo quinto colombiano en ganar una etapa del Tour.
Estará tan mal Nairo físicamente que a Movistar no le queda otra que pelear por ser el mejor equipo de la competencia. Por eso manda a hombres como el portugués Oliveira a que se desgaste en fugas que no llevan a ningún parte, por eso Valverde hace su carrera aparte e incluso demuestra tener más fuerzas que Nairo. Ojalá quede algo para el pódium, ojalá reaparezca el Monstruo de los Alpes.
Mientras tanto disfrutamos de Jarlinson, ojalá que las ganas del caleño le infundan ánimos al cada vez más apagado y frío Nairo Quintana.
Acá está la victoria en voz de la Goga