El 15 de marzo fue el último día que los turistas tuvieron acceso a Panaca en donde en un fin de semana llegaban 2 mil visitantes y al año en promedio 350.000. Uno de los parques insignia del Eje Cafetero y parque temático más importante de Colombia cerró sus puertas, en este caso, sus 130 hectáreas a raíz de la pandemia. En un inicio se estimaba que el cierre sería únicamente hasta el 31 de marzo pero 4 meses después debido a los lineamientos y medidas preventivas dictadas por el gobierno sigue sin abrir, sufriendo graves consecuencias en la incertidumbre de que les deparará el futuro.
El Parque Natural de la Cultura Agropecuaria más conocido como Panaca abrió sus puertas por primera vez el 7 de diciembre de 1999 promocionándose como el primer parque temático agropecuario no solo de Colombia sino del mundo. Una propuesta ambiciosa de su creador el agrónomo y campesino por vocación, Jorge Ballen Franco, quien decidió en compañía de otros empresarios comprar el terreno para que no quedara en manos de algún "narcotraficante o malandrín" como solía suceder en la zona.
Ballen decidió hacer de este espacio uno que se destacara por crear sentido de pertenencia hacía la naturaleza y los animales brindando la oportunidad a que las personas interactuaran y se divirtieran desde el campo. Panaca también se convirtió en una fuente de empleo que tenía como prioridad darle oportunidades a campesinos, víctimas del conflicto armado, ex combatientes de grupos armados y minorías bajo un mismo lema "sin campo no hay ciudad".
Este sueño hecho realidad esta pendiendo de un hilo. Los tres ejes centrales de Panaca basados en el entretenimiento, la promoción turística y educación agropecuaria dejaron de funcionar. El parque carecía de recursos de caja, viviendo del mes a mes y del día pues no preveían una situación similar a la actual. En un inicio para mitigar el impacto del coronavirus, Ballen decidió reinventarse de manera creativa, 4.000 de los animales domésticos del parque fueron puestos en adopción temporal a amigos cercanos, finqueros y vecinos aledaños a Quimbaya y municipios cercanos. Los animales de cuidado especial se quedaron en el parque bajo la misma atención.
Hasta el 15 de abril se pagaron los sueldos de los empleados con numerosas dificultades. Como plan B se implementó un modelo corporativo convirtiendo al parque en una unidad productiva y activa para sus trabajadores. Desde el 1 de mayo los empleados empezaron a trabajar las huertas, cultivos, ganadería y frutales para su propio beneficio hasta que todo vuelva a la normalidad. Esto implica una seguridad alimentaria para las familias, sin falta cada viernes los empleados se llevan un mercado que contiene carnes, lácteos, frutas, hortalizas y productos de agricultura.
A esto se le suma una nueva fuente de apoyo económico exclusivo para los empleados por el cual se llevan estos alimentos, convertidos en “remesas”, a la mesa de los clientes de la ciudad. De este modo, los trabajadores se dividen las diferentes actividades, unos se dedican a los cultivos, otros a la producción de la planta de lácteos y otros al departamento de comunicaciones. Este último se enfoca en promocionar los productos a domicilio por internet contando con el apoyo de la gobernación departamental se venden los mercados de Panaca mediante una aplicación web.
Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo con esta forma de pago alternativa, de 320 empleados solo quedan 220. El Director de Mercadeo y Ventas de Panaca, Jorge Acosta, declaró que aunque la Cuarentena culmine y puedan abrir de nuevo el parque, las repercusiones serán gigantescas y se estiman pérdidas entre 15 y 17 mil millones de pesos para fin de año cuando en 2019 tuvieron un crecimiento del 23% indicando que el 2020 sería un año prometedor.
Mientras esto sucede, Panaca se dedicara a la comercialización de sus productos para beneficio de sus trabajadores quienes también siguen teniendo el respaldo del parque en cuanto a soporte técnico, administrativo y de recursos humanos para el buen funcionamiento de las actividades que les fueron delegadas durante la pandemia. Mediante esta nueva alternativa los empleados podrán especializarse a mediano plazo en actividades tales como la fruticultura, la horticultura, la agronomía y la piscicultura para darle un mejor manejo a sus invernaderos, talleres y jardines florales.
Ballen sostiene que la adversidad es la piedra donde se afila la navaja de la creatividad, siendo este momento de crisis que atraviesa Colombia, el momento perfecto para reinventarse.