Hay personas que nacen predestinadas para el ejercicio del poder, y más si su origen es Popayán, tierra de excluyentes tradiciones familiares.
La senadora uribista Paloma Valencia Laserna, de 38 años, por lo que hoy representa en la política de este país, es un emblemático prototipo de aquellas que nacieron con estrella, en el hogar que formó su padre, el ex senador azul Ignacio Valencia Lopez, hijo del expresidente conservador Guillermo León Valencia Muñoz, nieto del poeta, embajador, congresista y gobernador del Cauca, Guillermo Valencia Castillo, aristocrático y epónimo hijo de Popayán.
Se graduó abogada en la célebre universidad de los Andes, institución fundada por su abuelo materno, el exembajador y exsenador Mario Laserna Pinzon.
Paloma fue brillante periodista formada en estas lides de la mano del exministro Fernando Londoño, y como política a órdenes del expresidente Uribe, frenética antisantista, mientras su hermano, Pedro Agustín, era el ejecutivo de la Dirección Nacional de Inteligencia, organismo del Gobierno Santos Calderón.
Cayetana Valencia Laserna, su hermana, es la esposa del exasesor presidencial y periodista Juan Carlos Pastrana Arango, quien una vez trató de mafioso a senador uribista Jose Obdulio Gaviria, a pesar de que aquel es hermano del expresidente de esta República, Andres Pastrana.
Paloma Valencia Laserna, la prima hermana del ministro de agricultura Aurelio Iragorri Valencia, obviamente, sobrina política del senador liberal djubilado y ex gobernador del Cauca Aurelio Iragorri Hormaza, es descendiente del ex rector de la Universidad Santiago de Cali y dirigente político marxista Alvaro Pio Valencia y de la primera mujer que fue ministra de Estado, gobernadora del Cauca, embajadora y senadora de la República, Josefina Valencia de Hubach.
Esta familia o dinastía política payanesa fácilmente puede apreciarse como una monarquía provinciana, de ahí que Paloma y su grupo consanguíneo bien merecen un estudio más a fondo para, de pronto, concluir que en muchos aspectos las transformaciones sociales, políticas, económicas o culturales de este país se han adaptado para su supervivencia como clan familiar o que ha sido éste, en muchos aspectos, el responsable de la Colombia de hoy.