Querida Ana Teresa: Estas palabras salen de corazón de nosotras y de nosotros, de las mujeres y de los hombres, de las víctimas, de los niños, niñas y jóvenes que tú y Jaime Álvarez -tu amado esposo- han acompañado durante 4 décadas en la construcción de un país mejor.
Salen de nuestro corazón, del amor y reconocimiento que les profesamos, que hoy potenciamos para que lleguen a ti, a tus hijos y a tu familia, como un halo de ternura y solidaridad para resistir este momento doloroso por la partida de Jaimito.
Jaime no sólo ha sido el mejor esposo y padre, sino también el hermano y amigo incondicional, el compañero solidario, el maestro y el trabajador ejemplar. En él, los que hemos tenido el gran privilegio de conocerlo, tuvimos siempre una mano tendida, una respuesta inteligente y sabia a situaciones difíciles que no nos dejaron perder nunca la esperanza, y un profundo compromiso – convicción por la transformación de la inequidad, la injusticia y la muerte, que se constituyó en nuestro ejemplo permanente y vital por la paz.
Sabemos querida Ana Teresa, lo que significa la partida de Jaime para ti, las mujeres vimos en él al hombre nuevo, ese que siempre trabajó codo a codo contigo para que tú pudieses hacer todo lo que hoy reconocemos le has entregado a la paz de Colombia.
Ese amor incondicional, profundo, tierno, para ti, Juan Manuel y Simón, se lo entregó a su amado nieto Sebastián, quien seguirá amando toda su vida a su abuelo por lo que él le enseñó: el amor integral, la ternura, la coherencia que solo construye un ser imprescindible, profundo y amoroso como ha sido Jaime Álvarez. Si hay alguien que lo dio todo por el amor fue Jaimito: el amor a su familia, a sus hijos, a su nieto, a ti, y a la humanidad. Esa HUMANIDAD, hoy se pinta con el rostro de JAIME ALVAREZ, porque él fue y será su esencia.
Nos gratifica que se haya despedido de este mundo en ese lugar maravilloso y cargado de humanismo como es Cuba, aquí los esperaremos para rendirle el homenaje que él se merece y le cantaremos a la vida, a la obra y al sueño de nuestro gran amigo y hermano: a nuestro Jaimito.
Un abrazo solidario de tus amigos y amigas.
Un Millón de Mujeres de Paz
Bogotá, Febrero 3 de 2017