Odinsa, filial del grupo cementero Argos, es bajo la presidencia de Mauricio Ossa, el gran competidor del grupo Mexicano Asur en la operación de los aeropuertos del país. Asur, bajo la dirección de Fernando Chico Pardo, opera desde el año pasado los 12 aeropuertos que controlaba la familia Char, a través de Airplan y Aeropuertos de Oriente. Con la excepción de las ciudades de Cali y Barranquilla, estos dos grupos controlan el principal tráfico aéreo del país.
El grupo Odinsa era un conglomerado de 80 firmas de ingeniería colombiana, socio mayoritario de Opain, la operadora durante 20 años, del contrato de concesión del aeropuerto El Dorado de Bogota desde septiembre de 2006. El Grupo Argos fue adquiriendo participación en Odinsa hasta quedarse a finales del 2016, con un 98.5%, porcentaje que le otorgó el control de Opain. El Dorado es de lejos el terminal aéreo más grande del país, desde donde se transporta cerca del 50% de los pasajeros y alrededor del 70% de la carga aérea en Colombia. El año pasado, 277,449 aviones despegaron o aterrizaron en su pista (entre carga y pasajeros).
Odinsa no solo se quedó con la joya de la corona, este mes les fue adjudicado el desarrollo del nuevo proyecto aeroportuario en Cartagena. El proyecto bajo modelo de iniciativa privada, tendrá un costo estimado de $ 600 millones de dólares, y estará culminado en 2025. Odinsa posee el 70 % de la única iniciativa propuesta. El nuevo aeropuerto, permitirá movilizar a más de nueve millones de pasajeros en su primera fase, hasta alcanzar una capacidad final de más de 30 millones de pasajeros por año. Estará ubicado a sólo 24 Km del Centro Histórico de la ciudad y con acceso por las vías del Mar y de La Cordialidad.
Cartagena será el segundo aeropuerto que operará Odinsa en el país, pero el tercero en el mundo. En diciembre de 2015, Odinsa adquirió una participación de 46,5 % de la Corporación Quiport que tiene en concesión por 35 años (desde 2013) el aeropuerto Mariscal Sucre, en Quito, también llamado Aeropuerto de Tababela, y que es el aeropuerto con mayor movimiento en Ecuador. La transacción tuvo un valor de $ 232,6 millones de dólares, para lo cual Odinsa requirió a una línea de crédito sindicado otorgado por Itaú BBA, por un monto de $ 194 millones, más una línea de crédito adicional otorgado por el Banco Santander.
El operador de aeropuertos mexicano Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), y el Grupo Olímpica, realizaron en abril de 2016, la más grande negociación de aeropuertos en Latinoamerica. Los mexicanos se hicieron a la operación de doce aeropuertos del país, al adquirir el 92,42 %, de Airplan y el 97,26 % de Aeropuertos de Oriente, por 262 millones de dólares. Estos doce aeropuertos en su conjunto, se estiman que mueven el 43,6 % del tráfico aéreo nacional e internacional.
La familia Char era el socio líder de ambos conglomerados de aeropuertos. El mayor accionista de Airplan, con un 29 %, a través de tres de sus empresas: Supertiendas y Droguerías Olímpica, Portales Urbanos S.A. y Sociedad de Inversiones Comerciales – Socinsa. Y el mayor accionista, con un 32,5 %, de Consorcio Aeropuertos de Oriente, donde el principal grupo de acciones figuraba en cabeza de Fuad Char.
Con esta operación los mexicanos se apropiaron de la operación de los aeropuertos de Airplan: Enrique Olaya Herrera en Medellín, José María Córdova en Rionegro, el Aeropuerto Antonio Roldán Betancourt en Carepa, el Aeropuerto El Caraño en Quibdó y Aeropuerto las Brujas en Corozal. Así como de las concesiones para operar los aeropuertos asignados al Consorcio Aeropuertos de Oriente: Aeropuerto Internacional Simón Bolivar en Santa Marta, el Aeropuerto Almirante Padilla en Riohacha, Aeropuerto Alfonso López Pumarejo en Valledupar, el Aeropuerto Internacional Camilo Daza en Cúcuta, el Aeropuerto Internacional el Palonegro en Bucaramanga y el Aeropuerto Yariguíes en Barrancabermeja.
La experiencia de Asur en el sector aeroportuario es amplia, opera nueve aeropuertos en México, e internacionalmente posee el 50 por ciento de Aerostar Airport, operador del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín en Puerto Rico.
El presidente de Asur, es Fernando Chico Pardo, empresario mexicano quién fuera socio y la mano derecha financiera de Carlos Slim durante más de una década. A finales de los 90, salió del conglomerado para fundar Promecap, en un principio asociado con George Soros, y donde en la actualidad es el socio mayoritario. Promecap, se tiene una exitosa trayectoria de reestructuraciones operativas y financieras, e inversiones en empresas privada. Chico Pardo, es desde 2014, el principal accionista (un 49 %) de la estadounidense Carrix, el mayor operador privado de puertos del mundo. El dinero para esa compra, provino de la venta de un lote de acciones relacionadas con Asur, donde Chico Pardo lleva 15 años de presidente y socio.
