Se dispara la búsqueda de fuentes de energía más económicas y sostenibles en zona central del país.
Hoy más que nunca, la capital del país tiene la necesidad de adaptarse a los objetivos de transición energética que se ha planteado la nación.
Actualmente se estima que el consumo per cápita de energía eléctrica solo en esta región es de 80kWh al mes, es decir, aproximadamente 640 millones kWh por todos sus habitantes.
De acuerdo con los cálculos de Erco, compañía de gestión de recursos distribuidos de energía, el factor de emisión de CO2 en el país por generación eléctrica es de 166 gramos por cada kWh generado.
En otras palabras, al año se producen alrededor de 106.000 toneladas (ton) de CO2.
Estas cifras permiten entender por qué la apuesta del país por las energías limpias puede representar un beneficio significativo, no solo para las compañías que así lo hagan, sino también para los hogares y las personas que los habitan. Adicionalmente, implica un paso importante en el cuidado del medioambiente y la sostenibilidad.
De acuerdo con Mauricio Durán, gerente regional para la Zona Centro de Erco, el atractivo particular de Bogotá está en que, al ser un escenario empresarial, demanda un alto consumo de energía y, por ende, abre una oportunidad para el desarrollo de proyectos de transición energética.
“Siendo la capital del país, y el principal eje de desarrollo industrial y consumidor de energía, es esencial generar un posicionamiento estratégico, puesto que el potencial directo de inversión en la zona es grande, pero más grande aún el potencial indirecto que puede generar en la inversión en este tipo de proyectos a nivel nacional”, resalta Durán.
Esta empresa ha desarrollado en la zona centro del país cerca de 20 proyectos en los sectores de gran escala, industrial, comercial y residencial, por el orden de los $100 mil millones. “En total hoy se están instalando aproximadamente 2,8 MWp (en los próximos meses serán 32 MWp adicionales) lo que equivale a una generación de energía estimada de 4.049 MWh anual. En términos sencillos, esta cantidad de energía podría ser suficiente para 2 mil familias durante un año”, afirma.
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Estos datos validan y ratifican el interés de las empresas en la capital del país y en la zona centro, así como de los ciudadanos, por apostarle a un consumo más limpio y responsable con el planeta.
“Los altos incrementos de energía hacen que las compañías y las personas busquen en este servicio una fuente más económica y ambientalmente más responsable.
Además, el beneficio intangible que generan estas empresas al mostrar su lado ‘verde’ o sostenible, contribuye positivamente a su posicionamiento”, agrega Durán.
Para el experto, este impacto favorable solo será lograble en la medida que se reduzcan las cantidades de CO2 emitidas al ambiente, sumado a la reforestación y la transición hacia medios de transporte más verdes.
Los desafíos siguen siendo varios para poder aprovechar el alto potencial que tiene Bogotá y la zona centro del país para proyectos de energía limpia.
Uno de los principales retos de acuerdo con Durán, es reducir el desconocimiento acerca del funcionamiento de los sistemas solares fotovoltaicos.
Asimismo, una tarea importante, es dar a conocer los beneficios e incentivos que existen en la normatividad para la adquisición e implementación de estas tecnologías.
“Promover el plan de transición de energética en el sector residencial, comercial, industrial y gran escala, genera inclusión en nuestros colaboradores, ciudades verdes y sostenibles, apoyo a proveedores y trabajadores locales, son objetivos en los que seguiremos trabajando”, concluye.