El diagnóstico del Programa de Alimentación Escolar (PAE) que realizó la Contraloría arrojó alarmantes deficiencias como incumplimiento en estándares de calidad de los alimentos, entre otras situaciones que se busca contrarrestar con un trabajo coordinado con jóvenes de colegios.
Ante esto, la Contraloría activó la Red Nacional de Contralores Estudiantiles que aspira a convertirse en un apoyo fundamental al seguimiento puntual que hace el organismo de control a la ejecución del PAE en las distintas regiones del país.
Dentro de los hallazgos, el ente de control mencionó que “en un 37% la infraestructura de comedores es insuficiente, existe deficiencia en la dotación de los restaurantes y hay falta de seguimiento del programa”, además “en un 35% no se cumplen los estándares de calidad, los insumos son insuficientes por parte de los operadores y los menús no cuentan con particularidades socioculturales y médicas de los niños”.
El documento se entregó al Ministerio de Educación Nacional para que en el marco del proyecto de resolución con el que se busca modificar los lineamientos técnicos–administrativos, los estándares y condiciones mínimas del PAE se convierta en insumo de la proyección del nuevo Programa de Alimentación Escolar y Política Nacional de Alimentación Escolar.
El diagnóstico se realizó a través de mesas de diálogo, visitas de campo y encuestas, así como la recolección de la percepción de la comunidad estudiantil, los gestores del programa, operadores, interventores, órganos de control y expertos de la academia. Y se desarrolló en Amazonas, Bolívar, Chocó, Cundinamarca, La Guajira, Nariño, Norte de Santander, Quindío, San Andrés, Vichada y Bogotá.
Irregularidades por 83 mil millones denunció la Contraloría en agosto de 2019. El Ministerio de Educación anunció la creación de la unidad especial de alimentación escolar que funcionará a partir de 2020.