Padre Ramón gracias por atenderme por Zoom.
Con mucho gusto, estoy para servirle en qué le puedo ayudar.
Padre es que soy muy católica y llevo mucho tiempo sin confesarme, ¿me puede escuchar en confesión y darme la absolución?
Claro que puedo escucharla, pero lo que no puedo es confesarla por este medio y menos darle la absolución sacramental.
Padre ¿pero por qué no? Yo necesito reconciliarme con Dios y usted debe atenderme en este sacramento para que esté en gracia de Dios. Mire que si me muero sin confesarme es culpa suya y que tal que me vaya para “el otro lado”.
Haber, entiendo su deseo de reconciliarse con Dios y recibir los sacramentos en estado de gracia. Eso es importante ya que mucha gente le huye a confesarse. Las circunstancias de pandemia nos han colocado en situaciones que no estábamos acostumbrados a tener, no poder confesarnos, comulgar y celebrar la fe en comunidad, es difícil. Pero nuestra fe se ha acrisolado y seguramente saldremos más fuertes y más confiados en Dios de este momento.
Eso está muy bien padre, pero no me embolate ¿me va a confesar si o no?
Mire la confesión es un sacramento que requiere el encuentro personal entre el penitente y el confesor. Esto con el fin de garantizar el total sigilo sacramental y la transmisión de la gracia del perdón. Por eso, por este medio o por cualquier clase de medio no se puede confesar.
Pero entonces, si me muero voy a morir en pecado y qué tal me condene, padre
Eso no sucede así tan matemáticamente. Dios mira toda nuestra vida en general, nuestra disposición a lo largo de toda nuestra vida de vivir de acuerdo con su voluntad. No es un solo acto de la vida que produce la condenación y menos en estas circunstancias. Dios es misericordioso y justo y pone toda nuestra vida a la luz de la verdad. Verdad que atraviesa todo nuestro ser y nos purifica. Es decir, Dios mirará todas las intenciones de nuestra vida y como toda ella, aún con nuestro pecado y fragilidad, se ha orientado hacia su proyecto de salvación.
Bueno eso me tranquiliza, pero mientras tanto, ¿qué hago, padre?
Si por razones de fuerza mayor, como es el caso de esta pandemia que nos ha mantenido aislados para beneficio de nosotros y de los nuestros, no podemos confesarnos. Debemos realizar un acto de reconciliación perfecta.
¿Y eso cómo se hace, es difícil, requiere de algo especial?
No es nada difícil, requiere lo siguiente. Usted debe hacer un examen de conciencia, para que reconozca sus pecados. Hecho el examen de conciencia debe arrepentirse de sus pecados, prometiendo no volver a pecar, ha de participar en alguna eucaristía, una celebración litúrgica, puede ser por Cristovisión, pidiendo al Señor su perdón y comprometiéndose cuando volvamos a la normalidad, buscar el confesor y realizar el sacramento de la reconciliación.
¿Padre y el Señor si me perdonará así?
La Iglesia en su tradición y magisterio prevé esta manera, para que en circunstancias tan particulares como estas, no falte la misericordia de Dios y su gracia en medio de nuestras circunstancias. Así que, ánimo, recuerde que Dios es un padre bueno y misericordioso que siempre busca, “no la muerte del pecador, sino que se convierta y viva” lo dice la palabra de Dios en Ezequiel 18,23.
Bueno padre quedo más tranquila, muchas gracias.