Padre yo se que esto que le voy a contar no le va a gustar mucho, pero yo soy gay. Siempre me han gustado los hombres desde que era un adolescente y ahora que el papa ha aprobado esta condición quiero ser también católico
Quiero decirle que ni el santo padre, ni en el Magisterio de la Iglesia aprueba la condición homosexual.
Me parece que usted está desactualizado, recuerdo que a unos periodistas en un avión que le preguntaron sobre el tema él contestó: “quién soy yo para juzgarlos” y hace poco en un documental dijo que deseaba que se respetaran nuestros derechos. Así que no me venga a decir que el papa no está de acuerdo con que existan homosexuales y lesbianas. Se nota que usted es retrógrado en estos temas.
Mire solo quiere que no saque las palabras del papa Francisco de contexto, ni las emplee como algunos para justificar posiciones que, ni La Tradición, ni el Magisterio de la Iglesia, ni ningún pontífice ha validado sobre la homosexualidad.
Me doy cuenta que usted es homofóbico, así que mejor ni hablar, pensé que era de mente amplia. Además, cómo la Iglesia viene a juzgarnos, si entre ustedes también hay curas gais.
Yo creo que esta conversación no puede salirse de lo que pretende y es aclarar lo que la Iglesia piensa al respecto. NO es asunto de ataques personales, pero tampoco puede ser de que, si no acepto todo lo que usted dice, entonces no conviene hablar con usted. Usted me dice que desea ser católico y la razón no debe ser por algo que realmente no dijo el Papa, quiere ser católico porque vale la pena seguir a Jesucristo y vivir de acuerdo a sus mandamientos.
Pues el Señor Jesucristo se acercó a todos sin excepción y seguramente también a los gais, lo que pasa es que ustedes no nos quieren y eso me parece hipocresía.
Respecto a que Jesucristo se acercó a todos y ama a todos, le doy la razón, y no dudo que a usted lo ama más. El papa Francisco, fiel al evangelio y al Magisterio de la Iglesia expresa la necesidad de que realicemos una adecuada atención pastoral a las personas que manifiestas su condición. La Iglesia también los ama, y de ninguna manera quiere que ninguna persona, ningún hijo de Dios se le irrespeten sus derechos ni se margine. Pero eso no significa que no anuncie el evangelio de la familia y proclame el matrimonio de hombre y mujer como la manera natural de construirla.
Pues no, también tenemos derecho a casarnos con nuestra pareja y a adoptar niños. ¿Por qué no?
Es que el matrimonio solo se contrae entre un hombre y una mujer y es de derecho natural, como la procreación. Proclamar con firmeza esto no significa de ninguna manera discriminarlos a ustedes.
Pues así no me cuadra mucho ser creyente, prefiero seguir así.
Hay muchas personas gais católicas que viven de una manera admirable el evangelio, aprendiendo a vivir con castidad y participando en la vida de la Iglesia. Creo que es muy importante descubrir el llamado que nuestro Señor le hace a identificarse con la propuesta del evangelio. Voy a orar por usted y recuerde que siempre puede conversar conmigo.
Usted también.
