Padre, estoy molesta, ya es hora que abran los templos. Quiero ir a misa.
Entiendo su molestia, la necesidad de reunirnos como comunidad a celebrar la Eucaristía y alimentar nuestra vida es muy necesario.
Pero es que ya es el colmo, abren locales comerciales, se preocupan por activar la vida productiva y no permiten reunirnos en el templo, eso es discriminación a nuestros derechos religiosos. Ahora, mire con la que salen los alcaldes, cómo así que automisas y misas desde la ventana.
Claro que estoy de acuerdo con usted, sin embargo, quiero recordarle que esta pandemia aun no ha terminado y que es muy importante que mantengamos el aislamiento para evitar el contagio y tal vez, en los recintos cerrados, aun guardando los protocolos de bioseguridad se puede propagar el virus, más fácilmente.
Bueno, le acepto que en un templo no sea apropiado aún, pero que nos permitan reunirnos en un parque o plaza a celebrar nuestra fe, eso si es absurdo y ronda con el abuso de poder. A cielo abierto reunidos y guardando las distancias, no veo ningún problema.
En eso, tiene toda la razón, no le discuto. A nuestros alcaldes les cuesta trabajo entender, así digan que son creyentes, que encontrarnos en comunidad, con los respectivos distanciamientos es necesario para la salud, espiritual, emocional y comunitaria de todos. El asunto del crecimiento productivo y de la nueva normalidad, no puede descartar la necesidad de sentirnos comunidad, hermanos, convocados como pueblo de Dios. Además, crecimiento económico, sin crecimiento espiritual es igual que nada, no sirve sino para fomentar el egoísmo y el descarte de las personas.
Yo creo que deberíamos protestar los católicos y todos los demás credos para que se nos permita celebrar nuestra fe en comunidad de una manera más adecuada. Siempre a las personas mayores, nos pasan por la faja nuestros derechos. Cómo voy a participar en una “automisa” si no tengo carro y como voy a salir a la ventana a ver la misa si vivo en una casa no en un conjunto de apartamentos con plazoleta. Además, es necesario vernos a la cara, así sea con tapabocas, todo no puede ser por internet.
La disminución progresiva de contagio del covid-19 debe llevar a que a mediados de septiembre se pueda replantear la posibilidad de iniciar celebraciones en comunidad a cielo abierto. Y me parece muy importante abrir la discusión sobre el tema, de tal manera que se tome en cuenta las solicitudes de la comunidad que desea celebrar su fe para encontrar fuerzas en el diario peregrinar.
Padre, necesitamos la misa, necesitamos comulgar y recibir los sacramentos, no se debe permitir que nos pasen por la faja nuestras tradiciones y nuestros derechos religiosos. Siempre, los servidores públicos, desprecian las cosas de Dios y ponen por encima sus intereses económicos y políticos. Padre si estamos como estamos, es por ese olvido y soberbia frente a Dios. Cuando el pueblo se reúne a orar, Dios lo escucha y favorece, así sus gobernantes tengan mal corazón y estén llenos de ídolos.
Sumercé, no tengo nada más que decirle, tiene la razón. Dios la bendiga.