“Perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Esta es la primera de las 7 palabras que pronunció Jesús en la cruz. De pronto, en esa época, los miserables no sabían lo que hacían o si sabían, se hacían los locos.
Pero he cambiado esa primera palabra y he puesto: Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen.
Y esta primera palabra es muy actual, porque es aplicable al momento que vivimos.
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Empecemos por los políticos, muchos de los cuales, en todo el mundo, roban y roban y vuelven a robar. O se las ingenian para salir adelante en cada proceso que tienen en su contra. Les dan casa por cárcel o no les pasa algo relacionado con la justicia y al final, no pagan pena alguna.
Claro que lo saben. Y muy bien, pues cada vez se ven en mejores condiciones económicas que otros. Muchos políticos saben que si resultan elegidos en X cargo, allí pueden probar las mieles del poder y se olvidan de promesas hechas a sus electores. Claro que lo del olvido es ese olvido que seremos siempre. Así lo tienen previsto. Se amangualan y todo queda en casa.
Los electores llevan sus hojas de vida, las cuales no son revisadas, sino archivadas para luego decirles: “estamos haciendo lo posible” para que todo sea imposible y a algunos, les regalen un contratico de 3 meses como contentillo.
Los eligen y los vuelven a elegir, porque los votantes siguen botando el voto. No importa, porque los de siempre saldrán elegidos y haciendo lo mismo de siempre.
Si llegan al congreso, algunos “primíparos” jóvenes, como no conocen reglas y les importa solo estar con quienes los apoyan, se los comen vivos. Ayudan a aprobar lo que no deben.
¿Por qué no hacen exámenes de admisión a los candidatos a Concejo, Asamblea, Congreso? ¿Por qué no ponen más requisitos para que quienes lleguen sepan a qué van?
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Quienes contratan el famoso PAE, saben que no solamente pueden robar, sino que rebajan las porciones para repartir a los niños o, en el peor de los casos, comida totalmente, dañada.
Quienes contratan con el estado para hacer puentes, vías, edificios, colegios y demoran las obras más de lo pronosticado. Aquellos que construyen edificios “inteligentes”, pero resultan mas que brutos y se debe pagar más hasta terminarlos.
Hay obras que se comienzan y después de 10 o más años, nada que las terminan. Ellos no dan explicación alguna, pero saben que el dinero no se perdió...
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Los guerrilleros del ELN (Estúpidos, Locos, Nefastos), los de las FARC (Falsos, Asesinos, Repugnantes, Cínicos), además de los clanes, pandillas, bandidos de toda pelambre, también saben lo que hacen, pero no entienden que son los únicos que quedan en este lado del mundo, haciendo una guerra insulsa, estúpida y sin remedio alguno. Mientras sus líderes están en la Habana, Caracas o en otros lugares del mundo descansando, viviendo a sus anchas, ellos, quienes en su mayoría son humildes jóvenes del campo o de sectores vulnerables, siguen enfrentando a otros campesinos o jóvenes humildes de sectores vulnerables, llamados soldados.
Y los clanes,pandillas y bandidos, asesinando personas porque sí. No les importa sino matar. Como si nunca hubiesen tenido familia, padres, hermanos, amigos.
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Muchos nos hablan de paz, pero quienes lo hacen viven en constante guerra de odios y desamores. Se encuentran en las redes sociales. Se hacen llamar líderes o representan a algunos politiqueros de oficio, respondiendo o atacando a los demás o a quienes no profesasn sus mismos credos o creencias.
Pertenecen a los mal llamados partidos, que, en este país están más partidos que todos los desunidos del mundo. Aquí, tenemos de todo como en botica. Ya no se sabe a qué grupo pertenecen o sus opiniones, de qué corriente son.
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Muchos padres de familia no saben lo que hacen, porque fueron criados a la topa tolondra. Ahora, prefieren irse a España, Estados Unidos u otros países y dejan a sus hijos al cuidado de los abuelos o tíos y en el peor de los casos, solos a la buena de Dios. Otros padres sí saben lo que hacen, pero culpan a los demás, a sus papás, a sus abuelos, a todo el mundo, menos a ellos mismos.
La soledad de los jóvenes los incita a tener malas amistades, a encontrarse en callejones sin salida, a no encontrarse, a desconocerse, a no saber quiénes son. En el peor de los casos, esa soledad los lleva a la depresión. Y muchas veces, la depresión al suicidio.
Muchas familias ya no existen como tal. Al interior del hogar, hay problemas que se desconocen de puertas para afuera. Lo triste es que en escuelas y colegios, no se les presta atención. Incluso, el matoneo existe y nada pasa.
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Los empresarios que roban a sus empleados. Les exigen más de 8 horas de trabajo, pero les retribuyen con un salario que ni es el mínimo.
Lo vemos en muchos sitios, donde contratan jóvenes para laborar mucho tiempo al día, pero el salario no es acorde con su trabajo. Algunos deben hacer otras labores para complementar sus entradas.
Algunos deben ser trabajadores “informales” para poder subsistir. Mientras las empresas crecen, muchos empleados decrecen.
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Los jóvenes que día a día se envenenan con la droga, que ahora roban, atracan, matan porque aprendieron a hacerlo ya que les resulta más fácil que estudiar o trabajar. No quieren estudiar, porque creen que no les va a servir. Y no quieren trabajar porque la disculpa sencilla es que no hay empleo.
Muchos jóvenes están perdidos en la droga. En las noches, algunos escarban en la basura, buscando algún bocado de comida. Otros deambulan por diferentes calles buscando lo que nunca se les perdió o lo quela vida les quitó.
¿Cuántos de ellos eran de “buenas familias”?
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”. Los adolescentes que andan a la carrera, haciendo todo ya, probando todo ya, porque se les va a acabar el tiempo. Las niñas teniendo sexo a temprana edad, muchachos enloquecidos por el sexo, gracias al internet, la pornografía, la prensa, la televisión y otros medios.
Ahora, los celulares se adueñaron de muchos niños y jóvenes. Hay muchos peligros que los adultos no ven. En especial sus padres. Citas clandestinas, juegos y más. Ellos no son los dueños de los celulares, sino esos aparatos se convirtieron en sus “compañeros permanentes”
“Perdónanos, aunque SÍ sabemos lo que hacemos”. Cuando odiamos, detestamos, irrespetamos, somos intolerantes ante cualquier situación. Cometemos los mismos errores, caemos en lo mismo, aunque deseamos ser mejores.
Cuando no nos comportamos bien en familia, con los amigos o conocidos.
“Perdónalos, aunque SÍ saben lo que hacen”…