A 28 años de fallecido, Rafael Orozco sigue despertando el interés de los colombianos. Más aún, teniendo en cuenta que Caracol retransmite en horario Prime Time la telenovela que en 2012 realizó sobre su vida. Su brutal asesinato, en la terraza de su casa en Barranquilla un 11 de junio de 1992, dejó muchos vacíos que nunca se pudieron esclarecer. Las invesigaciones indicaron que se trató de un crimen pasional ordenado por José Reinaldo Fiallo Jácome, alias ‘Nano’ Fiallo. Fue su escolta ‘Tato’ quien disparó el gatillo.
La noche de su muerte Rafael Orozco se encontraba con su mujer y sus hijas en su casa. Sonó el timbre y eran dos músicos integrantes de la agrupación de Diomedes Díaz que venían a pedirle unos instrumentos prestados. Rafael, que se caracterizaba por la generosidad con los músicos, le pidió a su esposa algo de dinero para darles. El cantante vallenato salió a la puerta de su casa a atenderlos y a los pocos minutos el escolta de Fiallo le propina diez disparos que acabaron con su vida. Solamente uno no le dio al ídolo, pero los nueve restantes bastaron para perpetrar el crimen.
La versión oficial concluye que el crimen fue motivado por la relación extramatrimonial que Rafael sostenía con Maria Angélica Navarro, hoy esposa del senador Armando Benedetti. Por aquella época la joven también tenía una relación con Fiallo. Se decía que Rafael Orozco le había quitado la novia al narcotraficante y esto habría desatado su ira. Lo cual fue el motivo del crimen que estremeció al país.
El entierro en Barranquilla fue multitudinario. Llegó gente de todo el país, de Venezuela, de Estados Unidos y Ecuador. El féretro tuvo que ser cambiado cuatro veces de lugar y la funeraria original donde se pensaba velarlo no dio abasto. Todo el mundo quería darle un último adiós al ídolo que se había esfumado en el mejor momento de su carrera.
Después de la muerte de Rafael Orozco hubo toda una serie de desapariciones y muertes de las cuales muchas quedaron sin resolver. Por ejemplo, de los dos músicos que fueron a buscarlo aquella noche a su casa en Barranquilla no se volvió a saber nada. El padre de la joven protagonista del lío de faldas fue uno de los cuatro detenidos por el crimen. Sin embargo, fue puesto en libertad porque no se le pudo probar nada.
No obstante, la justicia divina llegaría pocos meses después del crimen. El 18 de noviembre de 1992, tan solo unos meses después del asesinato de Orozco, Fiallo y su escolta Tato fueron asesinados por orden del temido narcotraficante Pablo Escobar. Fiallo pertenecía al cartel de la Costa Atlántica, organización al margen de la ley dedicada a producir y distribuir drogas en la región Caribe.
Hubo otras versiones sobre las razones que habrían llevado al asesinato de Rafael Orozco que molestaron a Clara Cabello, su viuda. La mujer llegó a tomar acciones legales pues estas enlodaban su nombre. Según un testigo que entrevistó la revista Semana en 1993, el crimen habría sido motivado porque el cantante lavaba dólares para el cartel de la Costa Atlántica. El hombre, que en aquella época se entregó a las autoridades tras haber sido integrante del Cartel de Medellín, aseguró que el cantante se valía de su fama para camuflar dólares en acordeones y entregarlos en Colombia luego de sus presentaciones en Estados Unidos.
El hombre dijo que Orozco pidió un aumento en sus comisiones, cosa que no le gustó al cartel. Posteriormente, se perdieron unos acordeones que traían 12 millones de dólares. A Rafael Orozco le habrían ofrecido la oportunidad de devolver el dinero desaparecido antes de matarlo, pero el cantante habría creído que por su fama no se iban a meter con él. Sin embargo, esta versión nunca fue comprobada con las autoridades.
En todo caso, Rafael Orozco sigue cautivando al público que todavía lo recuerda y mantiene viva su memoria por medio de sus canciones. Han pasado cerca de 30 años de su muerte y son muchos los colombianos que todavía lo recuerdan. Por lo pronto, su historia cobra vida cada noche de lunes a viernes en las pantallas de Caracol.