Una nueva polémica sacude el Palacio de Liévano, sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Nuevamente tiene que ver con las credenciales académicas de Enrique Peñalosa quien ahora es cuestionado por el título de Maestría que ha dicho tener, afirmación que tiembla ante las revelaciones de dos jóvenes investigadores que lo desmienten: Juana Afanador y Carlos Carrillo, los mismos que hace menos de un mes revelaron que el alcalde no tiene doctorado como se repetía.
Según el perfil oficial del alcalde en el sitio web del distrito, y según la propia hoja de vida que presentó, en vísperas de posesionarse, en las oficinas de Bogotá del Departamento Administrativo para la Función Pública, Peñalosa es graduado en “Maestría en Gobierno”, título que dice haber obtenido tras cursar cuatro semestres en el renombrado IIAP (Instituto Internacional de Administración Pública de París), graduándose en septiembre de 1979. Como lo recordó el columnista Yohir Akerman en El Espectador, esta referencia académica se expuso públicamente cuando el Alcalde estaba en apuros por el lío del doctorado. En ese momento sus aliados políticos –el senador Carlos Fernando Galán como el primero– salieron en defensa de Peñalosa indicando que el alcalde nunca había dicho que tuviera Doctorado como se demuestra en su hoja de vida, donde sólo se leen tres títulos: de Economista e Historiador, la maestría y curso de un año en administración pública.
“Ahora bien –dice Akerman en la columna que visibilizó el nuevo hallazgo–, de los mismos productores de el doctor Peñalosa no tiene un doctorado viene: el señor alcalde tampoco tiene una maestría”. A pesar de que IIAP es una institución que no existe desde 2002, pues se fusionó y transformó en École Nationale d Adminstration (ENA), Afanador y Carrillo obtuvieron un documento con fecha del 3 de abril del año 2000 en la que IIAP certifica que Enrique Peñalosa, de nacionalidad colombiana, nacido el 30 de septiembre de 1954, fue asistente allí en la sección Métodos Modernos de Administración Pública entre 29 de agosto de 1978 y el 6 de julio de 1979.
Ver documento:
Un "auditeur" no presenta examenes ni tesis de grado. Este curso de @EnriquePenalosa solo duro un año! pic.twitter.com/iMsGC7s13t
— Juana Afanador (@juanaafanador1) May 22, 2016
Así que según el soporte –que lleva sello y firma del Secretario General– la maestría de 4 semestres fue realmente un curso de once meses. Según Afanador un estudiante “auditeur” (que traduce oyente u asistente) “no presenta exámenes ni tesis de grado”. Así las cosas, asimilar o convalidar ese tipo de estudios como una maestría de dos años no es nada fácil.
Incluso para algunos esa pretensión rayaría con la ilegalidad. Desde que se divulgó la nueva revelación de Afanador y Carrillo –que deja sin sustento la maestría del alcalde–, el asunto corre como peste por las redes sociales y sus implicaciones están por verse. El abogado Augusto Ocampo, quien trabajó en la administración Petro, aseguró que este mismo lunes (23 de marzo) acudirá a la Fiscalía y a la Procuraduría para instaurar denuncia contra el burgomaestre por el delito de falsedad en documento público. Por su lado, ni la Alcaldía ni el propio Peñalosa se han referido al asunto.
Entre tanto, unos y otros, críticos y amigos de la administración Peñalosa se preguntan quién diablos son Juana Afanador y Carlos Carrillo. Afanador es una joven de 30 años, que regresó a Colombia en 2014 luego de vivir en la capital de Francia por siete años. Es graduada de la Universidad Los Andes donde cursó Lenguajes y Estudios Socioculturales, tiene master en Sociología y ha sido catedrática en Francia. Conoce perfectamente el idioma y el establecimiento de ese país pues próximamente se graduará como Doctora de Territorios, Sociedades y Desarrollo, de la escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. Su interés por las credenciales académicas de Peñalosa surgió desde la campaña a la alcaldía de Bogotá cuando se entero que el candidato –como ella– tenía altos estudios en París. Quiso leer la tesis doctoral de Peñalosa, conocer su investigación y saber quién habían sido su tutor en Europa, pero se fue topando con vacíos y preguntas. “Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, se caería con un escándalo de este tipo. La gente saldría a las calles porque estos delitos son punibles”, dice sorprendida que sus propios hallazgos no generen mayor indignación en Bogotá. En cuanto a los intereses políticos que pueda tener dice: “Soy militante de y por la democracia. En cuanto a partidos políticos no tengo ninguna filiación”.
Cuando Afanador empezó a indagar sobre los títulos académicos de Peñalosa leyó todo lo que encontró sobre este. Fue así que se topó con el blog Al Garete, un agudo espacio digital del que es autor Carlos Carrillo, otro joven al que lo que dice Peñalosa le produce más inquietudes que certezas. Carrillo ha escarbado a profundidad temas en los que el Alcalde dice ser experto como el Sistema Trasmilenio. Los hallazgos de Carrillo le permiten, de cuando en cuando, presentar minuciosos informes críticos a Peñalosa los cuales, más de una vez, han sido replicados por periodistas como Daniel Coronell. Las2Orillas también ha retomado temas revelados por Carrillo.
Meses atrás, Afanador contactó Carrillo, le habló de sus avances y decidieron juntar esfuerzos para llegar al fondo, primero del supuesto Doctorado de Peñalosa y luego de su renombrada maestría de dos años. Carrillo está seguro que las pruebas que han aportado son incuestionables y cree que si no ha habido mayor repercusión es por cuenta de que poco o nada se dice en los medios tradicionales, en particular desde la televisión: “La televisión, que en últimas es quien decide lo que importa y lo que no, no ha dedicado una sola palabra a las mentiras de Peñalosa, han guardado un silencio cómplice en espera de que la marea baje y el tema quede, como tantos otros, devorado por la amnesia colectiva de los colombianos”, dice en su más reciente artículo en Al Garete.
Afanador y Carrillo solo esperan que esta vez el alcalde Enrique Peñalosa sí entregue explicaciones serías y completas. Su hoja de vida no resiste más aclaraciones.