Tal y como se ha vivido durante muchos años en Venezuela, con escasez de recursos y robo cara a cara por los productos de primera necesidad, nos encontramos de nuevo con los principales precursores de la falta de implementos necesarios para poder resguardarnos y acatar las órdenes del gobierno de permanecer en nuestras casas. Y me refiero a los tendederos, dueños de abastos, tiendas, supermercados y cualesquiera otros que vendan productos de limpieza, aseo personal, alimentos y medicamentos.
Parece mentira, pero este círculo de personajes no pierde el momento para sacar ventajas de cualquier situación para disparar los precios de todos sus productos con la descarada mentira de culpar -como siempre- a los distribuidores. Y resulta que ahora las mascarillas no se encuentran y valen 5 mil pesos cada una y también resulta que en este país lleno de bastantes suplementos de todo tipo, escasea ahora de antibacteriales.
Según los mismos tendederos, "es que ya se les acabó", "ya no se encuentran", "hay que venderlos más caros por que se los vendieron más caros" y así sucesivamente un montón de mentiras absurdas al parecer aprendidas de los comerciantes usureros venezolanos.
Y lo más absurdo es que he visto cómo la gente permanece callada cuando les dicen tales desfachateces y cobros exagerados de esos productos.
¿Qué es lo primordial para cualquier comerciante durante ésta época de crisis?
Respuesta: sacar provecho, meter miedo y cobrar más caro