Jorge Valdano siempre fue un defensor a ultranza de la clase y el estilo de James Rodríguez. Como director técnico siempre demostró ser un abanderado del fútbol bien jugado como un arte, un hecho estético y ahí los artistas como James son los que convierten el fútbol en la cosa más importante de las menos importante.
Por eso duele, y mucho, que un pensador como Valdano le de la espalda a nuestro James y, lo más grave: deje la puerta abierta a creer que James no se entrena lo suficiente: "Hay que imponerse y eso se hace demostrándolo en los partidos. Para eso, hay que afinarse en cada entrenamiento. Cuando uno sale de un entrenamiento pensando que ha perdido el tiempo, lo que está haciendo es perder una enorme oportunidad de conquistar un lugar entre los titulares".
Para los colombianos en general existe una rabia, un dolor muy grande por la manera en la que James ha sido tratado dentro del Real. El blanco de las críticas es Zidane, al menos en Colombia. Pero para el argentino, campeón del mundo en 1986 en el equipo de Maradona, la culpa no es del francés: "Cuando un jugador de categoría, cada año que pasa, da menos prestaciones que el anterior, es el propio jugador quién debe preguntarse qué pasa. Eso no lo puede contestar Zidane, es el jugador. Algo ocurre y es el jugador quien tiene que saberlo".
James ahora espera por ubicarse en un club grande de la Serie A o de la Premiere. Todo es incierto y, su pelea con Zidane, que lo borró del plantel, lo dejó como un paria, en el peor de los mundos.