Si bien es cierto que a principios del 2020 se implementó el Plan de contingencia para covid-19 en Colombia, y MinSalud expidió las normas sobre cómo las IPS y EPS debían prestar los servicios, proteger pacientes y darles atención y, además, expidió lineamientos para la inversión en ampliación de infraestructura, y áreas de expansión, no autorizaba a las alcaldías a asumir directamente las obligaciones que corresponden al Sector Salud. Hoy, el Centro de Aislamiento Preventivo para pacientes Covid de Villa Rica, es otro «elefante blanco».
A pesar de ello, y sin la autorización legal ni las coordinaciones debidas con la Secretaría Departamental de Salud, ni con la ESE Norte 3, como ente rector de los servicios médicos locales, ni con los centros asistenciales de mayor complejidad, igualmente, sin atender las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el alcalde de Villa Rica, norte del Cauca, Roller Escobar, decidió implementar por su cuenta y riesgo una expansión hospitalaria llamada Centro de Aislamiento Preventivo para pacientes Covid, que tuvo un costo de unos 800 millones de pesos (recursos públicos), que hoy se encuentra en completo abandono, y con equipos deteriorados, muchos de los cuales presuntamente han sido hurtados.
Parte del presupuesto asignado durante la emergencia sanitaria se distribuyó, entre otros, con los siguientes contratistas:
- Americana de Construcciones S.A.S., de la ciudad de Pasto, Nariño, para adecuación de la infraestructura, por $380 millones. La principal actividad de esta empresa, cuyo representante legal es Orlando Gerardo Benavides Cáceres, es la construcción de carreteras y vías de ferrocarril.
- Médico Orlan Mina, apoyo a la gestión por $42 millones.
- Suministro de elementos hospitalarios con Janie Mildred Erazo Montoya, por $226 millones. Lo “curioso” de esta contratista, representante legal de la empresa Hacienda Eficiente S.A.S., es que, además, presta asesorías en asuntos agropecuarios, hace “mantenimiento rutinario de vías en los barrios Bosques del Limonar y Luis A. Robles del municipio de Puerto Tejada” y hasta le ha vendido a esta Administración Municipal, motocicletas “para el fortalecimiento institucional y operativo de la Secretaría de Tránsito y Movilidad del Municipio”. En pandemia le vendió elementos hospitalarios a Villa Rica.
- ESE Norte 3 $81 millones.
Claro está que algunas empresas privadas se unieron solidarias para colaborar en la pandemia, pero la inversión quedó mal orientada y ejecutada debido a la intransigencia del alcalde Escobar Gómez, quien decidió desconocer la normatividad legal que regula la prestación del servicio de salud en Colombia.
Precisamente, fue “viral” un conato de agresión que se presentó cuando el señor gobernador del Cauca, Elías Larrahondo Carabalí, le informó al alcalde de Villa Rica, que antes debía definir claramente las funciones y responsabilidades respectivas para la instalación de un centro de expansión y su mantenimiento operativo.
«Podría haber tenido buena intención, pero crear centros de expansión para aliviar la carga de las instalaciones de atención médica especializada, obviamente debía ser un proyecto perfectamente coordinado y no una egoísta intención para ganar notoriedad y reconocimiento por encima de la normatividad legal, como ha sido interpretado por amplios sectores comunitarios de Villa Rica» informó a Proclama del Cauca y Valle un funcionario que prefirió solicitarnos la reserva de la fuente.
Por esa razón, la inversión inicial no quedó disponible para atender todo tipo de pacientes luego de la pandemia, y hoy está convertido en un «elefante blanco». Por consiguiente, podría considerarse como un detrimento patrimonial, representado por el menoscabo, pérdida, deterioro de los bienes o recursos públicos, como consecuencia de una gestión fiscal antieconómica, ineficaz e ineficiente.
Sin embargo, como el sistema de salud no puede recibir legalmente una supuesta obra en las condiciones descritas, sin uso legal del suelo, sin habilitación oficial, y teniendo en cuenta que las administraciones municipales no son entidades prestadoras de salud de manera directa, desviando la atención del asunto neurálgico y fiscal, el alcalde Escobar Gómez frente a esta situación argumenta que se trata de una supuesta persecución política.
El lugar, que contaba con 40 camas con equipos para pacientes covid, fue abierto en julio del 2020 y a 20 de febrero de 2021 había alojado a 61 pacientes.
Pese a que el municipio no cuenta con agua potable permanente, este espacio había sido acondicionado con el servicio gracias a un sistema de planta automatizada. Además, los familiares de los pacientes que ingresaban a este lugar podían hacer visitas virtuales por medio de tabletas que se ubicaron en las camillas.
Las entidades de control debieran determinar qué pasó con estas inversiones, hacer los inventarios necesarios y establecer las responsabilidades que acarreen las investigaciones, en beneficio del interés público.
El abandono es generalizado
Pero es más, el abandono de los escenarios públicos es notable en el municipio de Villa Rica, principalmente en el área del denominado «centro recreativo» Parque Sur donde debiera estar al servicio de la comunidad el Centro de Integración Ciudadana, CIC, que es un escenario cubierto donde se integran espacios para el deporte y caseta comunal, piscinas para adultos y menores, juegos infantiles y otros espacios pensados y construidos para ofrecer programas lúdicos, culturales y deportivos para el buen uso del tiempo libre de los niños, jóvenes y adultos, con el fin de mejorar las relaciones entre sus habitantes y prevenirlos delitos.
Pero, mientras va en aumento la delincuencia, especialmente juvenil, en este municipio nortecaucano, el polideportivo funciona como bodega para cajas de cartón, sillas, mesas y escritorios, las piscinas son criaderos de ranas y sapos, se puede apreciar un carro recolector de basuras también devorado por la maleza, servicios sanitarios y cocinas en medio de la suciedad y el abandono. Esto era un bien público.
El nuevo Hospital Nivel I de Villa Rica
De acuerdo con la información suministrada a Proclama del Cauca y Valle, por la gerente de la ESE Norte 3, Adela Mezú Pontón, médica especializada en Salud Ocupacional, la obra ejecutada por la Gobernación del Cauca, el nuevo Hospital Nivel I de Villa Rica será entregado a la comunidad a finales del próximo mes de abril de 2023.
La doctora Mezú confirmó que en esta infraestructura se invirtieron unos 8.000 millones de pesos y se comprometió en gestionar y entregar la dotación hospitalaria y equipos biomédicos acorde a la nueva infraestructura hospitalaria con una inversión de 1.038 millones de pesos, para mejorar la prestación del servicio.
Por otra parte, informó que se está haciendo una adecuación importante en el Puesto de Salud Carlos Alberto Guzmán, de Puerto Tejada, donde se están ejecutando obras por valor de 1.300 millones de pesos y se adquieren tres modernas ambulancias con una inversión de 570 millones de pesos.
