Que liberen a Odín Sánchez Montes de Oca es un acto esperado por toda Colombia para que el ELN pueda aspirar a un proceso parecido al de las Farc. Ha sido un secuestro, como todos los anteriores, infame, en el que se desconocen los mínimos humanitarios. El cambiazo de Patrocinio por su hermano Odín, los pagos realizados ya a esa guerrilla y sobre todo la forma descarada y cínica con que los dirigentes de esa organización se han referido a esta práctica criminal son inaceptables crímenes de lesa humanidad.
Parece que esta liberación está cerca, pero los mensajes que se han dado a conocer de exrepresentante desde su cautiverio son muy extraños. En una primera prueba de supervivencia, hace un par de meses, Odín Sánchez parecía al borde de la muerte. Su imagen era la de un hombre desvalido, que se decía abandonado por el gobierno y mal tratado por sus captores.
En cambio, en la prueba de supervivencia de esta semana, se ve una imagen muy distinta. La de un hombre vital, que dice estar bien alimentado, tratado con humanidad y, lo más extraño, legitimando la lucha de sus verdugos
Odín Sánchez Montes de Oca, que hace parte de un clan que ha gobernado el Chocó por muchos años, ahora encuentra injustificable que a este departamento no se le ayude, que esté sumido en el atraso, que la gente no tenga ni siquiera qué comer, ni donde hacer sus necesidades. Odín culpa de esto a otras personas, como si él no hubiera tenido nada que ver con el atraso de sus coterráneos.
Por otro lado, da la impresión que encuentra en ese tremendo subdesarrollo la justificación para la lucha guerrillera. NO sé si entendí mal, pero el mensaje que me quedó de sus palabras, es que el ELN sí está interesado en hacer lo que los políticos no han hecho por su departamento. Y además, que él aprueba esta lucha.
¿Síndrome de Estocolmo? ¿Se enamoró de sus captores que ahora lo tratan bien y le dan buena comida, cuando la tienen? Puede ser. No de otra manera se explica el cambio en una persona que ha hecho uso de su poder político para beneficio propio y de su familia, convertida hasta hace poco en un clan que se turnaba los puestos de alcalde de Quibdó, gobernador del Chocó, representante a la Cámara y otros más.
Por supuesto rechazo el accionar del ELN o de cualquier otra guerrilla que decida tomar justicia por la vía de cobrar un rescate a gente acusada de corrupción. Odín estuvo vinculado con la parapolítica y su clan a muchas investigaciones de corrupción, pero no son, otros personajes al margen de la ley los que van a salvar al Chocó.
Odín estuvo vinculado con la parapolítica,
pero no son, otros personajes al margen de la ley
los que van a salvar al Chocó
De ese territorio, como de La Guajira y otros muchos más hay que erradicar la corrupción, un mal tan grande como la guerra, que además permite que miles de personas sufran en manos de la minería ilegal, los contratos nunca ejecutados y la sinvergüencería del clientelismo. Pero no hay que olvidar también que la minería ilegal es protegida y fomentada por el mismo ELN que envenena los ríos y arranca a mordiscos pedazos valiosos de selva.
Tampoco hay que olvidar que es el ELN el que extorsiona a muchas empresas de esa región, que controla los viajes en los ríos y que se alía con las mafias para el tráfico de estupefacientes, armas y oro. Ni Odín, que ojalá regrese pronto y sano a su hogar, ni los elenos, que ojalá entreguen sin más demora a todos los secuestrados y entren en un cese al fuego definitivo, pueden darnos cátedra sobre el manejo de ese maltratado territorio. Al Chocó hay que salvarlo de ese populismo en armas y de esos políticos que no han pedido ni un segundo perdón por todo lo que han robado, por muy secuestrado que se encuentre.
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