El futbol es el deporte rey, el espectáculo que mueve a más masas alrededor del mundo y uno de los factores que levanta más pasiones y que genera más discrepancias, quizá solo por detrás de la política y la religión. Pero al final del día no deja de ser eso, un deporte y, por lo tanto, algo que debe ser vivido como un espectáculo y como una fiesta.
Pero las hinchadas en Colombia lo entienden de una manera diferente. Hace años era normal ir al estadio a apoyar al equipo que hacía las veces de visitante y mezclarse sin ningún tipo de problema con los hinchas del otro equipo. Pero de un tiempo para acá la intolerancia ha ido en aumento junto con la idea de que “a mi casa solo pueden entrar quienes sean hinchas de mi equipo”.
Esto ha llegado a un punto en el que incluso se hacen ‘retenes’ en las tribunas para verificar que todos tengan la camiseta o, al menos, algo alusivo al conjunto local y si de casualidad llegan a encontrar a alguien que no cumpla con el requisito es echado de la tribuna en medio de pitos y hasta botellazos. No importa que la persona haya pagado su boleta y que tenga todo el derecho del mundo de estar allí.
Un caso así se materializó en el partido correspondiente a la fecha 9 de la Liga Betplay entre Millonarios FC y Águilas Doradas. El encuentro terminó con marcador de 2-2 y tuvo al joven lateral Samuel Asprilla, que juega para los embajadores, como figura. Pero el verdadero show no se vio en la cancha sino en la tribuna.
¿Entonces ayer los hinchas de Millonarios sacaron del estadío a un señor que recibió una camiseta de un jugador de Águilas y a un niño así tuviera puesta la camiseta de Millonarios?pic.twitter.com/34zbnOeECB
— The League + 🏆🌎 (@LeagueOfi) March 20, 2023
Al final del primer tiempo un hombre recibió una camiseta de parte de uno de los jugadores de Águilas, ante lo cual empezó a recibir abucheos de parte de los hinchas presentes en la tribuna en la que se encontraba. Ante los insultos y hasta amenazas, el hombre se vio obligado a salir del estadio con sus acompañantes, entre los cuales se encontraba un niño pequeño que, oh sorpesa, era hincha y tenía la camiseta puesta de Millonarios. La intolerancia fue suficiente como para sacar no solo a un aficionado de su propio equipo sino además a un pequeño que seguramente estaba viviendo su primera experiencia en un estadio.
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