Acababa de hacerle el gol del empate al Lyon cuando sintió un crack en su rodilla. El tigre pidió el cambio. Llevaba más de 20 goles en la temporada y, desde el año pasado, se confirmaba como uno de los cinco mejores delanteros del mundo. Lamentablemente el fantasma de las lesiones lo sigue persiguiendo. Falcao no es el mismo desde el 20 de enero del 2014 cuando en un partido contra un equipo de la cuarta división de Francia se rompió los ligamentos de su rodilla. No sólo se perdió el mundial de Brasil sino que le costó dos años regresar a un nivel arrollador.
A punto de cumplir 32 años, Falcao ha tenido 16 lesiones desde que regresó. En el último año han sido seis las lesiones. Es evidente que le cuesta jugar al fútbol y que si regresó es porque tiene una voluntad de hierro. Sus años futbolísticos van a estar mermados por culpa de unas lesiones que lo persiguen desde que era un jugador juvenil de River Plate.
No se sabe la gravedad de la lesión de Falcao pero le tenemos miedo a esos silencios que lo rodean cada vez que sale con alguna molestia. Siempre dicen que va a durar un par de semanas, que es una bobada, pero el receso se convierte siempre en mes y medio. Faltando tan poco para el Mundial de Rusia Falcao debe estar preocupado y no es para menos. Ahora su temporada cambiará dramáticamente. Con la Liga perdida y eliminados de Europa su equipo el Mónaco solo tiene en disputa la copa de Francia. Falcao debe prepararse para estar bien esos dos partidos y después resguardarse entre algodones. El día que le hizo el gol a Paraguay lloró porque se aseguraba una nueva clasificación. El sabe que lo único que le falta a su gloriosa carrera es hacer un gol a la copa del Mundo. Falcao, rézale a tu Dios para que por el bien tuyo y de toda Colombia estés listo para disputar tu primer mundial