Oswaldo Ortiz, el reconocido youtuber, quien en las pasadas elecciones legislativas fue candidato al Senado, comenzó su campaña al Concejo de Bogotá. Lo curioso es la forma en la que ha emprendido su nuevo proyecto político: al estilo de las campañas españolas —donde veíamos a Podemos hacer campaña negra contra el PSOE y Vox contra el PP con la misión de arrebatar votantes afines a las posturas políticas correspondientes—.
En este caso su mayor adversario no es algún partido de izquierda, pues tiene claro que ahí no conseguirá votos, sino el partido recién conformado Colombia Justa Libres, que cuenta con un apoyo conservadurista, entre los cuales se encuentran cristianos y católicos. En este nicho se desenvuelve muy bien Ortiz. Ahí está enfilando su arsenal.
Recientemente empezó a trinar contra el partido CJL, acusándolo de dedocracia y reprochand clientelismo, esto sin ninguna fuente seria. Varios militantes del partido han salido a desmentirlo, incluso el copresidente de esta institución, el senador Jhon Milton Rodríguez. Revisando no hay pruebas reales de estas acusaciones y todo conduce a una persecución mediática por parte del candidato del Centro Democrático. Los intereses son obvios, dañar el nombre del partido para poder ir recogiendo votantes, es una de las formas clásicas de las campañas negras en el mundo.
Ortiz en días pasados también se burló del político colombiano Antanas Mockus por su enfermedad por intereses políticos similares, ya que el aseguraba que la inhabilidad de Mockus lo beneficiaria a él directamente. Las campañas arrancan y, como podemos ver aquí todo vale, sin importar la moral y la ideología.