Es mejor prevenir que lamentar. El sonajero político empieza a cuadrar sus fichas y la mazorca se va desgranando y acomodando a los intereses de los politiqueros de turno, los que han permanecido en la corrupción y quieren seguir con el mismo jueguito. Ya el gobernador Edgar Martínez, anunció su secretario Privado, a su secretario de Salud, la primera dama, la jefe de relaciones públicas, la secretaria de Infraestructura y el posible secretario de Planeación.
El próximo secretario privado, Dr., Efraín Suarez Arrieta, viene de la administración corrupta de Julio Guerra. Se posesionó como secretario de salud departamental el 8 de octubre de 2013 en reemplazo de José Jorge Madera Lastre. De la numerosa comisión de empalme, a quien muy poca información le hemos podido obtener, se encontró que en esa dependencia se detectaron los mayores índices de corrupción, y así el señor Suárez fue denunciado por el sindicato y los funcionarios del hospital y el ministerio de Salud por haber sido el culpable de la pérdida de millones de pesos por su inoperancia: no presentó a tiempo el documento Red para el plan de saneamiento fiscal y, actualmente, la situación del principal ente hospitalario del departamento es crítica y avanza una auditoría de la Superintendencia Nacional de Salud para determinar la viabilidad del hospital y si requiere ser intervenida.
Pero allí no queda todo. La salud en Sucre colapsó en esta administración: sobrefacturación de las IPS, compras ficticias para los hospitales, nómina alterna, desgreño administrativo, politiquería rastrera y, por supuesto, se investiga las responsabilidades que pueda tener el director del hospital y los secretarios de salud de su administración. El Dr., Suarez y el gobernador entrante tienen mucho que explicarle a Sucre de este singular y controvertido nombramiento.
Se entiende que el próximo secretario de planeación es el infante Jhair Pérez, hijo del mayor contratista de la historia del “Gordo García” Aníbal Pérez Santos, desde la época de los auxilios nacionales y los dineros para las inundaciones en la mojana. Ellos, la Familia Pérez Santos, con todo su andamiaje de corrupción y nepotismo, son los dueños de la mayoría de los contratos en planeación. No se entiende por qué se habla de una guerra contra la corrupción y se llevan personas que hacen parte de ella. La culpa de lo anterior la tiene el mismo señor gobernador entrante, quien dejó “todo” lo relacionado al empalme al “neófito” Dr. Nadin Miserque, quien a pesar de su buena voluntad y trabajo serio, desconoce la clase dirigente corrupta de nuestra región. Cuán importante sería que antes de dar a conocer los nombres de sus colaboradores, el Dr. Martínez se acerque -sin séquitos a su lado- a los miembros de las diferentes comisiones de empalme y encontrará informes con detalles inverosímiles de toda la gobernación. Queremos un Sucre verdaderamente libre de corrupción.