Cada tres meses la misión de la ONU publica un informe firmado por Jean Arnault sobre el balance del proceso de paz. El último fue publicado el 25 de julio y comprende desde marzo del 2018. El informe resalta que son las elecciones más pacíficas en la historia reciente del país y luego hace un listado de las leyes aprobadas por la Corte Constitucional que legitiman lo firmado - el 92% del marco jurídico está aprobado -.
Pero la mayor parte del informe alerta sobre los tres grandes problemas de la implementación del Proceso de paz. El primer llamado de atención es por el asesinato de líderes sociales, exmiembros de las Farc y sus familiares. En el 2018 han asesinado 121 líderes sociales, mientras que a 51 exguerrilleros de las Farc les dispararon. Después Arnault hace un balance sobre la sustitición de coca, donde reconoce que 77 mil familias han firmado acuerdos de sustitución para erradicar de manera voluntaria 45 mil hectáreas, pero luego dice que esos acuerdos voluntarios no se han cumplido y que los sembrados de coca han aumentado en el país. Por último informa las cifras sobre los proyectos productivos - la apuesta para una reintegración completa - y son desalentadoras. A los 7.000 desmovilizados les han organizado 77 cooperativas, pero solo 8 han sido registradas oficialmente. No se han entregado formalmente hectáreas de tierra, y solo hay 400 en proceso de atribución, por lo que los pocos proyectos productivos, según la ONU, han sido autogestionados por los mismos exguerrilleros.