Con la reciente sentencia de la Corte Constitucional que considera infundadas las objeciones del entonces presidente Juan Manuel Santos al proyecto de ley en donde la nación declara patrimonio histórico y cultural a Orocué (Casanare), en su condición de cuna de la obra literaria La vorágine, en consecuencia pide al presidente Iván Duque sancionar esta ley (que se debe convertir en un solo clamor de los casanareños al primer mandatario).
Por eso es necesario mencionar detenidamente los antecedentes y el desarrollo de esta iniciativa legislativa:
La formulación del proyecto
A mediados de esta década, un grupo de intelectuales, historiadores y periodistas, denominado “Alianza La vorágine” y encabezado por mi amigo y colega Juan Grimaldos, concertaron con el entonces representante a la Cámara Jorge Camilo Abril Tarache un proyecto de ley en donde la nación declaraba patrimonio histórico y cultural al municipio de Orocué (Casanare), en su condición de cuna de la obra literaria La vorágine de José Eustasio Rivera, a lo que se me dio la confianza de estructurar y redactar esta ley de honores, en mi condición de asesor legislativo de Abril Tarache.
Uno de los aspectos en el que coincidimos es que esta iniciativa legislativa tenía que ser la base de “La ruta turística de La vorágine”, que recorrieron los míticos personajes de la novela Arturo y Alicia (que entre otras cosas están basados en personas reales), con un esquema muy similar al de “La ruta turística de Don Quijote” en España, convirtiendo además a Orocué en una de las poblaciones míticas de la literatura hispanoamericana, como ha sido Macondo en Cien años soledad de Gabriel García Márquez y Comala en Pedro Páramo de Juan Rulfo, lo que sin duda convertiría a esta región en un atractivo destino turístico.
El trámite en el Congreso
El proyecto de ley se aprobó sin mayores contratiempos en Cámara y Senado, pero posteriormente fue objetado y devuelto al Congreso de la República por el presidente Juan Manuel Santos, al considerar que la iniciativa fue tramitada por la Comisión cuarta y no la segunda, que está encargada de las leyes de honores, mientras que aquella se encarga de temas estrictamente tributarios, presupuestales y económicos.
Las mesas directivas de Cámara y Senado designan una subcomisión para elaborar un informe a las objeciones presidenciales, compuesta entre otros por Jorge Camilo Abril, Fabio Amín y Pedrito Pereira, quienes me delegaron la responsabilidad de estructurar y redactar el documento, lo que se convirtió en una experiencia absolutamente fascinante, un quehacer científico de hipótesis y experimentación, porque sin duda las objeciones cuestionaban con suficiencia legislativa dos aspectos fundamentales del proyecto, por lo que me aventuré a plantear una defensa que, lo confieso, no estaba del todo convencido, pero que no me quedaba otro camino que sustentarla y convencer a la subcomisión y a las plenarias de Cámara y Senado, que finalmente aprobaron el informe y rechazaron la objeciones del presidente Santos.
La sentencia de la Corte Constitucional
La iniciativa legislativa pasó entonces a la Corte Constitucional, que en la Sentencia C-162-19 respaldó de manera contundente la posición del Congreso (que a mucho honor era la misma que estructuré y redacté en el informe a las objeciones presidenciales, y que la subcomisión de senadores y representantes no dudaron en firmar); y desde abril pidió la correspondiente sanción de la mencionada ley por parte del presidente Duque, lo que nos tiene con mucha expectativa a los casanareños, revisando a diario la página web de la Presidencia de la República, con la ansiedad y la esperanza de que al fin aparezca la mencionada ley de Orocué.
La objeción presidencial consistía en que el proyecto fue tramitado por las comisiones cuartas y no por las segundas, porque éstas tenían a su cargo las leyes de honores, mientras aquellas se encargaban de los asuntos económicos, a lo que el Congreso argumentó que el proyecto incluía un artículo de gasto social, lo que hacia totalmente viable tramitarlo por la cuarta, a lo que la Corte Constitucional le dio la razón asegurando que el “contenido normativo acusado se compone de distintas materias que conjugan la exaltación del municipio de Orocué - Casanare-, propio de la ley de honores, con otras temáticas de tipo presupuestal, financiero y de consecución, administración y ejecución de recursos, por lo cual se trata de un proyecto multitemático”.
Y concluye con una idea que definitivamente sienta jurisprudencia frente a la facultad que tiene cada una de las siete comisiones constitucionales permanentes del Congreso, para iniciar la discusión de cualquier proyecto de ley, cuando uno o varios de sus artículos incluya un tema atinente a su competencia: “...este Tribunal concluyó que en el presente caso era razonable que el proyecto de ley fuera repartido a las Comisiones Cuartas de Senado y Cámara, en atención a su carácter multitemático y habida cuenta que parte de su articulado tiene una conexidad con los objetivos propuestos en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018”.
Obras en Orocué
Finalmente, la sentencia de la Corte Constitucional respalda la exposición de motivos del proyecto de ley, en el sentido de que el Congreso puede autorizar al gobierno nacional, dentro los límites y alcances del marco fiscal de mediano plazo, la destinación de las partidas presupuestales necesarias para la realización de obras que exalten esa condición de “patrimonio”, lo que se convierte en un instrumento de gestión para que éstas se puedan incluir en el Plan Nacional de Desarrollo y el Presupuesto General de la Nación.
Es así como este iniciativa legislativa autoriza al gobierno nacional la inversión en obras de utilidad pública e interés social tan importantes como la restauración y adecuación de la Casa Amézquita para convertirla en Casa Museo Cuna de La vorágine y centro de memoria histórica; construcción de la Biblioteca Municipal José Eustasio Rivera, con una subdirección especializada en la obra literaria La vorágine; construcción de la Escuela de formación de escritores José Eustasio Rivera, con énfasis en los escenarios, circunstancias y personajes de la cultura y el folklore llanero; y construcción del sendero y parque lineal histórico La vorágine, que incluye las cápsulas virtuales para proyección de la obra en 3D.
Coletilla. Desde esta nota se reitera con mucho respeto al presidente Iván Duque la pronta sanción de la ley que declara patrimonio histórico y cultural a Orocué. En el mismo sentido se hace un llamado a la senadora Amanda González y a los representantes de Casanare, Jairo Cristancho y César Ortiz Zorro, para que con el mismo fin adelanten los contactos con el primer mandatario, reconociendo así que José Eustasio Rivera se inspiró en este municipio para darle vida a La vorágine, escribiendo las primeras líneas debajo un mítico árbol y a orillas de imponente río Meta.