Independientemente de nuestras diferencias y de las cargas afectivas y morales que una guerra de más de 50 años conlleva, reconocer el importante paso que significó el acuerdo de paz y uno de los componentes de este: la participación política de los antiguos combatientes con un partido legal vinculado a la contienda electoral y democrática debe ser respaldada sin duda por todos los sectores sociales.
Nuestra simpatía o distancia con las propuestas que el nuevo partido Farc y otras plataformas como la UP han construido deben ser manifiestas en las votaciones o en los escenarios que la constitución y la democracia nos permiten. Reproducir las acciones de linchamiento moral, político y físico solo crea obstáculos que impiden transitar el camino que se ha iniciado a través de los acuerdos de paz.
Exacerbar el odio en un país donde líderes sociales son asesinados diariamente (muertes que ya se cuentan por centenares) y que ha conocido del genocidio y el exterminio a las alternativas políticas no sienta buenos precedentes para la construcción de una paz estable y duradera.
Por tanto manifestamos nuestra solidaridad con el nuevo partido Farc, la Unión Patriótica y todas las organizaciones que están siendo víctimas del odio y hacemos un llamado a quienes están interesados en permitirle apertura a la paz para rodearlas reconociendo los aportes que la diferencia y la pluralidad brindan a una sociedad democrática. Finalmente rechazamos la cacería de brujas orquestada por quienes tienen miedo de que el odio fenezca como forma de hacer política y exigimos garantías para la participación de la oposición.
Firman:
Cespaz - Centro de Estudios e Investigaciones por la Paz
Coopedia - OES
Sintra ONG - Risaralda
MSC - movimiento Sindical Clasista
Grupo de Estudios 2.96
Festival Departamental de Artistas por la Paz de Risaralda
Corporación Colectivo Socio-Jurídico Orlando Fals Borda
BAP - Bogotá con Ambiente de Paz
Hagamos Memoria
Corporación Mariscal Sucre
Fundación Juan David Pineda
Federación de Estudiantes Universitarios - FEU