Sólo el año pasado, 2,5 millones de fieles participaron en la gran peregrinación a la Meca. Este año, debido a la crisis sanitaria, sólo se permite a unos pocos miles visitar el principal lugar sagrado del islam. La decepción es grande en Arabia Saudita. Muchos ciudadanos saudíes y residentes extranjeros todavía tenían esperanzas de participar en esta edición limitada del Hajj.
Salim Asani es uno de ellos. Este ciudadano francés de 40 años que vive en Riad había hecho la solicitud en línea. "Había un portal específico en el que dimos nuestra identificación y luego alguna información de autentificación, como los nombres y apellidos, etc. Así que presenté una candidatura con la esperanza de que mi esposa fuera seleccionada, porque nunca fue. Hubiera podido ser el acompañante. Es una gran decepción", cuenta Salim al corresponsal de RFI Nicolas Keraudren.
Las autoridades de Arabia Saudita aseguran que el proceso de selección se llevó a cabo con total transparencia. El estado de salud de los participantes fue el principal criterio. "Ciertamente también había criterios de selección, como la edad. Seguramente se dio prioridad a las personas que trabajan en el sector médico", estima Salim Asani. Pero nadie de su entorno, vecinos o colegas, fue aceptado.
Una peregrinación a menudo interrumpida
En los 14 siglos de su existencia, el Hajj, como quinto pilar del islam, ha sido interrumpido al menos 40 veces, señala el islamólogo y profesor del INALCO (Instituto Nacional de las Lenguas y Civilizaciones Orientales) Mohamed Bajrafil: "Se pueden dar dos razones principales para la suspensión parcial o total de la peregrinación: hubo razones políticas, al igual que ha habido crisis sanitarias, como la que estamos experimentando este año".
Para este teólogo, una de las más recientes y sorprendentes interrupciones del Hajj también se debió a una epidemia: "A finales del siglo XIX en Egipto, la gente no podía ir a la peregrinación debido a una epidemia en la Meca. A los peregrinos se les decía que no fueran por miedo a contraer una enfermedad".
Pero son las guerras fratricidas de los musulmanes las que causan las interrupciones más largas del Hajj. "Hubo tensiones en el año 64-65 de laHégira que llevaron a la destrucción de la Meca [la Kaaba] por los Omeyas. Desde el año 317 de la Hégira, por más de diez años consecutivos, la peregrinación fue totalmente suspendida".
Según Mohamed Bajrafil, esto demuestra que esta enésima interrupción del Hajj "no es nada excepcional". "No hay necesidad de darle una interpretación apocalíptica de la ira divina, como lo hacen algunos musulmanes", concluye el académico.
Los peregrinos seleccionados hicieron un test antes de su llegada a la Meca y serán puestos en cuarentena después del final del ritual.