Xiaomi fue fundada en junio de 2010 por Lei Jun, su actual CEO y otros inversionistas, Lei Jun, que controla el 77,8% de Xiaomi, es un multimillonario chino que ha sido denominado en más de una ocasión como “la versión china de Steve Jobs” por su forma de vestir, el modo en que realiza las presentaciones de sus dispositivos e incluso la manera en la que se expresa y gesticula.
Inició su carrera como ingeniero en 1992 en la empresa Kingsoft que era el equivalente al “Microsoft chino”, al poco tiempo gracias a sus habilidades, se convirtió en CEO de la compañía en 1998. A su vez, tuvo una exitosa experiencia como fundador de Joyo.com, una tienda online de libros que logró venderle a Amazon por USD 75 millones en 2004.
16 años después de entrar en Kingsoft y habiendo completado su salida en Bolsa en 2007, Jun se retiró de la presidencia y dirección de la compañía aduciendo motivos de salud, aunque continuó como vicepresidente e invirtió y ocupó cargos en otras compañías.
Con ya bastantes millones en el bolsillo, el empresario decidió cumplir su sueño de abrirse paso en el mundo de los dispositivos móviles y en 2010 creó Xiaomi junto con Bin Lin, quien había trabajado en Google antes de que esta empresa se retirara de China.
Un año después, en agosto de 2011 lanzó al mercado su primer smartphone, el Xiaomi One, y en 2013 logró que el Xiaomi Mi2S se convirtiese en el smartphone más popular de toda china, superando al Galaxy S4 y al iPhone 5. El 2014 lo cerró siendo la startup más valiosa del mundo con un valor de USD 46.000 millones, superando a otras como Uber, por lo que fue escogido el “Empresario de 2014” por la revista Forbes. Lei Jun quién está casado y tiene dos hijos, es miembro del Congreso nacional del Pueblo, el parlamento de su país.
Su principal estrategia en el mercado es vender dispositivos de gama media-alta cuyo precio es muy asequible, el diseño de los dispositivos es muy similar al de los productos Apple, lo cual le ha generado varias críticas. A pesar de esto o debido a esto, Xiaomi ya ocupa el tercer lugar mundial, solo por detrás de Samsung y Huawei.
Ren Zhengfei, fundador de Huawei, es hijo de padres profesores de una escuela rural, vivió sus primeros años en las remotas montañas de la provincia de Guizhou. Posteriormente, se graduaría del Instituto de Ingeniería Civil y Arquitectura de Chongqing, y trabajaría como ingeniero civil, pero en esa época, las perspectivas de empleo eran muy limitadas como consecuencia de la Revolución Cultura, por lo que Ren decidió en 1974 unirse al cuerpo de ingenieros militares del Ejército Popular de Liberación.
El gobierno chino recurrió al ejército para completar un proyecto de fibra sintética en una zona remota y pobre del país donde nadie quería trabajar y allí fue a dar. Zhengfei fue escalando posiciones administrativas hasta ser invitado a la Conferencia Nacional de Ciencias en 1978 y al Congreso Nacional del Partido Comunista de China en 1982, partido del cual es miembro activo.
En 1983, a pesar de su recelo con el entorno empresarial propio de la época, supo detectar una oportunidad en la reventa de equipo electrónico importado a China. Con menos de 3000 euros en 1987 decidió crear una empresa de telecomunicaciones, en Shenzhen. Había nacido Huawei, que desde entonces dirige.
Ren Zhengfei se ha casado en tres ocasiones y tiene tres hijos. Su actual esposa, Su Wei, fue anteriormente su secretaria y con ella tiene una hija. A principios de los 70 tuvo sus dos hijos mayores, Meng Wanzhou y Meng Ping, quienes adoptaron el apellido de sus madres (que en China se utiliza al inicio del nombre) para evitar atenciones innecesarias.
Su hija mayor, Meng Wanzhou es quien terminó enredada en Canadá acusada de conspiración para defraudar a instituciones financieras con el fin de acceder al mercado iraní, violando así las sanciones impuestas por Estados Unidos. Fue liberada en septiembre del año pasado y regresó a China donde la recibieron como heroína.
A pesar de su gran éxito, Huawei nunca ha podido disipar la nube de sospechas que se cierne sobre Ren. La preocupación se ha centrado sobre si Huawei podría llegar a usarse para espiar a competidores extranjeros, robar propiedad intelectual o incluso instalar "interruptores" en proyectos energéticos o industriales, lo que llevó al expresidente Donald Trump a prohibirle a las empresas norteamericanas realizar negocios con Huawei.
Sin acceso a las apps de Google, presentes en casi todos los móviles Android, ni a los últimos chips con 5G, la compañía desarrolló su propio ecosistema, con su propio motor de búsqueda que lo diferencia del resto de dispositivos, con el que ha logrado resultados históricos en 2021, ganancias de unos US$ 17.800 millones.
OPPO fue fundada en 2001 en Dongguan (China) por Chen Mingyong, quien es el actual CEO de la empresa. Nació en Nanmuping, una remota villa montañosa en Sichuan, su padre era sastre y su abuelo carpintero. A los 15 años, siguió los deseos de su familia de estudiar para maestro, pero posteriormente cambio los planes e ingresó al Departamento de Información e Ingeniería Electrónica de la Universidad de Zhejiang, especializándose en física y tecnología electrónica
En 1992, luego de graduarse de Zhejiang, fue asignado a una fábrica de tubos de acero de propiedad estatal en Sichuan, pero a los pocos días dejó su trabajo de hierro y se fue al sur a Zhongshan, donde finalmente obtuvo una oportunidad de pasantía en Nihwa Electronics Factory, allí conoció a Duan Yongping, la persona más importante de su vida
Duan Yongping fundador de BBK, se llevó a un grupo trabajadores de élite, incluido Chen Mingyong a quien convirtió en el responsable de BBK Electrónicos audiovisuales. Posteriormente, realizó una inversión para crear OPPO, con Chen Mingyong como CEO. La firma empezó a trabajar en distintos dispositivos electrónicos de consumo, como reproductores Blu-Ray, vídeo y audio, sector donde la empresa continúa diversificándose.
En 2008, aprovechando la era de los teléfonos inteligentes, amplió su abanico de productos con su celular marca OPPO, que dos años después arrancó con su expansión internacional. El año pasado inició operaciones en el país, específicamente al segmento medio alto, el tercero país en América luego de México y Chile.
Los celulares inteligentes chinos han llegado al mercado nacional para quedarse. Su relación precio vs calidad lo han hecho muy interesantes por decir lo menos. Atrás quedaron los tiempos en que los celulares chinos tenían diseños deficientes y versiones Android desfasadas, hoy han llegado a superar varias propuestas de sus competidores sobre todo en la gama media. Sin embargo, es conveniente revisar las garantías, soporte al software y servicio post venta al momento de adquirirlos.