Marco Rubio, Ted Cruz, Maria Elvira Salazar y otros senadores del Partido Republicano de los Estados Unidos aparecen en todos los noticieros comentando las protestas de hoy contra el régimen y “solidarizándose” con el “sufrido” pueblo cubano.
¡No hay derecho a que estos personajes aprovechen esta oportunidad para hacernos creer que realmente les importa la suerte del pueblo cubano!
Han transcurrido 62 años desde que Fidel Castro y sus compañeros del Movimiento 26 de Julio tumbaron al entonces dictador Fulgencio Batista, cuyo gobierno de mano dura y de torturas en las mazmorras de la Fortaleza de La Cabaña contó con el beneplácito de Estados Unidos durante los siete años de su último mandato.
En octubre de 2016, poco antes de terminar su último periodo como presidente, Barak Obama intentó poner fin al embargo que los Estados Unidos le impuso al comercio con la isla. Así mismo, logró ampliar los permisos para visitar la isla, permitir a los bancos norteamericanos realizar transacciones con los bancos de la isla, el envío de materiales de construcción, el intercambio en investigación médica y muchas otras actividades como parte de un proceso de descongelamiento en la relación de los dos países.
Desafortunadamente, el Congreso de los Estados Unidos, con mayoría republicana en ese entonces, logró echar atrás cualquier intento de reanudar relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba. Ahora salen estos fariseos a apoyar las protestas de un pueblo que fue vilmente abandonado por los mismos durante seis décadas. ¡Qué vergüenza!