Andrés Moreno llevaba seis años estudiando ingeniería cuando se dio cuenta que estaba equivocado. Era el 2006 y Venezuela se internaba en su experiencia socialista. Aún no pasaba lo peor. Insuflado por el alto coste del barril de petróleo el régimen de Hugo Rafael Chávez vivía una verdadera danza de los millones. Era el momento perfecto para arriesgarse. Así que renunció a todo.
Vivía en un apartamento de dos habitaciones en la privilegiada zona de Altamira en Caracas. Usando hasta sus camas pudo crear un espacio para 22 personas. Lo innovador era usar Skype, la red social incipiente. Se convirtió el apartamento en un parche y la gente de la universidad iba a jugar Wii o Play Station. Sin embargo, las finanzas no iban nada bien. En enero del 2007 le quedaban tan sólo 700 dólares cuando unos inversionistas lo invitaron a Sillicon Valley. Tenía unas cuantas millas de American Airlines y emprendió viaje a San Francisco. Un año vivió en la Meca de los emprendedores. Dormía en un sofá y tenía sólo un traje que usaba para ir todos los días a las citas que planeaba con sus inversionistas. El encanto de Moreno era tan magnético que así fue creándose un capital. Entonces, con lo poco que tenía, decidió apostar a un solo número: una campaña de publicidad efectiva, que tuviera enganche con la gente.
Entonces empezó a aparecer Wachu. Moreno tenía tan poco presupuesto que él mismo, el propio CEO de Open English, coprotagonizó los comerciales, filmados en Bogotá con el modelo Adrián Lara. Era apostarle todo a esos comerciales de menos de un minuto, dirigidos por el propio Moreno y que tenían como base chistes tan elementales como “¿Cómo se dice pollo?: Chicken, y repollo: ¡Rechiken!”. Adrián vivió hasta los 16 años en el pueblo de la Victoria, en Venezuela, a esa edad se fue. Posó como modelo en varios comerciales bastante subidos de tono difundidos en internet. En el 2012 Open English explotó en toda Latinoamérica gracias a una estrategia publicitaria llena de imaginación. Pocos creían que el atractivo compañero de Wachu en los comerciales era el creador de los cursos de inglés más populares del continente.
Venezuela fue sólo una parada en su vuelo. En el 2013 se traslada a San Francisco, ya había recogido, entre inversionistas, 120 millones de dólares, y de allí salta un año después a Miami donde estableció su base de operaciones. Open English explotó, en este momento cuenta con 1.000 empleados que no dan abasto para mantener a sus 500 mil alumnos desperdigados en todo el continente. Su nueva apuesta es NextU, una universidad que, en el primer mes de ser abierto, recibió 60 mil solicitudes de ingreso.
En el año de la pandemia, el otro proyecto que lo motiva es tuexito.com. Es un bootcamp en el que a través de talleres de cuatro semanas entrega habilidades de emprendimiento, toda su experiencia de estos diez años. Ha abierto sucursales en Turquía y en Rusia. Para Moreno sólo el cielo es el límite.
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