La imagen se repite todos los días como un deja vu: Carlos Londoño va de pantaloneta, camiseta y chanclas, como un turista mas en cualquiera de sus hoteles. Que la aparente sencillez no los engañe. Londoño viaja como un rock star, llegando a las ciudades en su avión privado y con un par de escoltas que no le quitan la vista de encima. Se queda unos días revisando cosas, pasando revista, como dicen sus empleados, y sin que nadie lo note sale del hotel, vuelve y se monta en su avión rumbo a otro destino. Siempre negocios, siempre trabajando.
Aunque parece que el dueño de On Vacation se la pasa de vacaciones, lo cierto es que ese es su trabajo, crear hoteles y planes para turistas. Sus clientes son y siempre han sido la clase trabajadora, viajeros de estratos medios y bajos para quienes creó la empresa de planes turísticos más popular del país, con la que muchos viajan bueno gastando poco a destinos que antes eran inalcanzables paras sus bolsillos, como San Andrés, Leticia, La Guajira, Panamá y Cancún. Hoy su empresa vende en promedio unos 300 mil cupos al año, con los que mueven cerca de 360.000 millones de pesos.
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Carlos Londoño es un negociante innato. A los 12 años ya vendía en el colegio paletas que él mismo preparaba en la nevera de su casa de Medellín, donde nació hace 46 años. Luego pasó a vender chocolatinas y tarjetas navideñas. Negoció hasta 11 y cuando terminó el bachillerato se fue para Bogotá para volverse profesional. Ni que decir que ya, para él, la vocación se había decantado.
Su primer gran negocio lo hizo a los 18 años durante los primeros semestres de Administración de empresas que estudió en los Andes de Bogotá, a donde lo enviaron sus papás con 17 años cumplidos. Después de hacer sumas y restas contactó la empresa con la que a él y a sus compañeros los llevó de excursión de bachiller a San Andrés y se les montó de intermediario.
En 1995 le vendió al colegio Colegio Nueva Granada de Bogotá una excursión a San Andrés para todos sus estudiantes de grado once. Con ese negocio ganó más de cinco millones de la época que al cambio de hoy suman 25 millones. A los 19 años creó su primera empresa, Tour School, con la que hizo dinero vendiendo viajes todo incluido exclusivamente para colegios.
Por aquella época Londoño conoció al argentino Lucio García, fundador de Decameron y creador de los planes todo incluido, quien le llevaba 15 años de experiencia en el oficio turístico y de quien aprendió algunos secretos del negocio. En el 2002 fundó su gran mina de oro On Vacation, la cual se concentró en ofrecer planes a mitad de precio de los que ofrecía su mentor de Decameron. Londoño se enfocó en vacaciones para familias sencillas que no ganaran más de dos salarios mínimos. Comenzó alquilando hoteles en varias ciudades del país, principalmente en la isla de San Andrés, porque era el destino que todos los colombianos querían conocer.
Hacia el año 2004 Londoño compra su primer hotel, una vieja edificación en San Andrés llamada Galaxia. Remodeló aquel antiguo hotel y lo convirtió en uno de los más sonados de la isla. Aunque el negocio de vender planes familiares iba muy bien, y ya para el año 2006 era dueño de varios hoteles, y contaba con muchas más en arriendo, quiso crear una línea hotelera para empresarios llamada Innova que terminó dejándolo. Decidió poner todos los huevos en esa canasta y al final se rompieron. El peor escenario se hacía realidad: On Vacation estaba en quiebra.
En 2009, un par de meses después de cerrar un gran negocio de exclusividad con Avianca para operar 400 vuelos charter a la isla de San Andrés se declaró insolvente. Les debía a sus operadores, a sus empleados. Para completar el oscuro panorama la deuda con Avianca subió a un millón de dólares.
Luego de reorganizar sus cifras y las ideas, y de vender algunas de sus propiedades más preciadas, acompañado por sus empleados, quienes no le dieron la espalda, se levantó del golpe. Al cabo de un año, según lo cuenta él mismo, volvió a comprar hoteles y a inventarse nuevos negocios turísticos.
En 2013 levantó un hotel en medio de la selva amazónica, que se convirtió, junto a al que montó en 2015 en La Guajira en sus destinos más apetecidos. Los planes turísticos de On Vacation cuestan en promedio un poco más de un millón de pesos. El que paga esa cifra tiene tiquetes aéreos, hospedaje, todas las comidas y bebidas durante cuatro días.
Hoy Londoño cuenta con 13 hoteles en Colombia, la mitad de ellos en San Andrés, que sigue siendo el destino preferido de las familias colombianas de clase media y baja. Tiene seis hoteles en Cancún y otros cinco en Panamá, con los que completa 1500 habitaciones.
Carlos Londoño es uno de los más ricos en el mundo del turismo colombiano, solo superado en fama y fortuna por el empresario colombo-francés Jean-Claude Bessudo..El secreto con el que ha logrado poder, reconocimiento y sobre todo mucho dinero lo ha construido vendiéndole a los que menos tienen plata, quienes, según él mismo Londoño, son mejores clientes que muchos de los ricachones.
